Integrantes de “Hijos Ilustres” relatan sus experiencias viviendo de la ilustración

Tres de los artistas miembros del proyecto regional llegaron hasta Santo Tomás Concepción para motivar a los amantes de la ilustración a seguir su pasión y profesionalizarla. Para ellos, el momento que hoy vive el país es una gran oportunidad para la creación y la valoración de los productos locales.

¿Cómo es vivir de la ilustración? No es fácil, se cometen errores, pero se puede y hoy hay más caminos abiertos que nunca antes. Ese es el mensaje que tres de los miembros de Hijos Ilustres quisieron transmitir a estudiantes de las carreras de Diseño de Santo Tomás Concepción, en el primero de varios conversatorios que brindarán sus miembros, organizados por el Área de Diseño de la casa de estudios.

Hijos Ilustres es una iniciativa independiente y local, levantada por profesionales apasionados por la ilustración. Su propuesta busca implementar una serie de acciones para convocar a los Ilustradores más talentosos de la región del Biobío e impulsar sus carreras dentro de la industria, exportar sus talentos como un activo a otras regiones del país y aumentar su volumen de trabajo. De este modo, se constituye como un catálogo web comercial que reúne trabajos e información de ilustradores del Biobío, integrado en su primera selección por 40 artistas.

Tres de sus miembros, Fernando Cartes, Tomás Arrey y María José Carlier, estuvieron presentes en el primer encuentro, “Conversemos de Ilustración”, donde tomaron la bandera de motivar e impulsar a los jóvenes a transformar lo que es un hobby en una profesión de tiempo completo. “Me gustaría transmitirles los errores que han aparecido en el camino, y lo bueno que ocurre cuando uno trabaja en ilustración”, sostuvo al respecto Fernando Cartes, ilustrador y también director general del proyecto Hijos Ilustres.

De hobby a profesión

Luis Tiznado, director de las carreras del Área de Diseño de Santo Tomás Concepción, indicó que el primer acercamiento al diseño de muchos estudiantes es la ilustración. “Entonces resulta muy apreciable para ellos, a partir de ese acercamiento, conocer a sus pares, que también son jóvenes, y que digan que pudieron revertir y pasar de un hobby, de una pasión, a algo que les da sustento y les permite vivir”, sostuvo el director.

Por otro lado, agregó Tiznado, “la ilustración permite gran flexibilidad, dando la oportunidad de generar un contenido comunicacional muy potente, que no lo entregan otras herramientas. Todo entra por la vista, y a través de eso puedes llegar a muchas más personas y comunicar más que con las palabras. Es otra forma de expresar lo que se siente, de manera muy expedita, y con gran alcance y potencia”.

“Cada vez que existe la instancia de conversar en alguna universidad o instituto, me hace recordar cuando yo también estudiaba. Es rico ser el alumno y escuchar la experiencia de alguien que ya estando fuera te incita a seguir, te dice que se puede, que es real, y que hay un montón de miedos que hay que sacarlos de encima”, dijo al respecto Tomás Arrey, Towtowas en el mundo de la ilustración.

Ilustración y cambio social

El objetivo del área de Diseño de Santo Tomás Concepción es realizar un ciclo de conversatorios sobre Ilustración junto a Hijos Ilustres durante 2019.

Para los Hijos Ilustres, el conflicto social que vive hoy Chile es una oportunidad de creación y crecimiento, sobre todo en la valoración de productos y emprendimientos locales.

María José Carlier afirmó que “es tendencia mundial el enfocarse al producto local, junto a comenzar a descartar, como consumidores, a las industrias más contaminantes. Desde ese punto de vista, es positivo que se dé esta revuelta social y latinoamericana”, sostuvo la creadora, destacando que esos mismos elementos están presentes en el catálogo de Hijos Ilustres. “Abre una especie de vitrina al Biobío, que tiene muchos talentos, con jóvenes, personas con experiencia, y estilos distintos”, manifestó.

Por esta razón, indica Fernando Cartes, se debe aprovechar el momento actual, sobre todo considerando que históricamente luego de las crisis, se inicia un gran periodo de creación. Y si se trata de emprendedores, aquellas crisis son constantes. “La gente que ya emprendió no le tiene miedo a este cambio, sino que es parte de él. Y cada uno ha tenido su crisis personal dentro de su proyecto. Entonces que esto afecte al país entero es una oportunidad para creadores, de poder generar nuevas instancias y suplir nuevas necesidades de la gente”, indicó.