Podología

Hongos y verrugas: los enemigos de nuestros pies en verano

Es un problema muy común que aparece por contagio en piscinas y por una excesiva humedad del pie, entre otras razones. ¿Cómo detectar y prevenir estas infecciones? El podólogo del CFT Santo Tomás, Rodrigo Inzunza, entrega las siguientes recomendaciones.

Son muchas las afecciones que pueden aparecer en la piel, sin embargo las más frecuentes durante la temporada estival son las infecciones que afectan a los pies causadas por hongos (micosis) y verrugas plantares.

Así lo señala Rodrigo Inzunza, jefe de la carrera Técnico en Podología Clínica del CFT Santo Tomás Puente Alto, quien explica que comúnmente estas infecciones se manifiestan en las uñas y planta de los pies dado a una excesiva humedad y por contagio directo que suele proliferar en las piscinas. Por eso, Inzunza recomienda “cambiar el agua de las piscinas constantemente y usar cloro, uno, como desinfectante, y por otro lado, como neutralizador del agua que evita la proliferación y alojamiento de la micosis (hongo)”.  

Las verrugas, en tanto, se generan por una infección que se puede contagiar en toda época del año, especialmente en el verano. Y si bien no es muy común contagiarse este virus en las piscinas, hay que tener presente que existe la posibilidad de adquirirla por andar descalzo en lugares públicos.

¿Cómo detectar estas infecciones? 

Si bien este tipo de afecciones son diagnosticadas por un médico, el podólogo de Santo Tomás señala que si se observa un cambio de coloración de la uña, descamación, engrosamiento, enrojecimiento y picazón entre los dedos o en la planta del pie, se podría sospechar de que hay una infección producida por hongos.

“Se recomienda visitar a un médico para que inicie tratamiento con anatómicoticos, ya sea tópico u oral según la gravedad del caso y al Técnico en Podología para que inicie el tratamiento el cual consiste en retirar la parte de la infección, ya sea de la uña o piel”, dijo Inzunza.

¿Cómo prevenir?

  • Tratar en lo posible de evitar las piscinas públicas.
  • Permanecer por pocas horas al día dentro del agua.
  • Usar zapatillas  de agua. Estas son una buena alternativa para prevenir  las infecciones de hongos  en los pies por las piscinas.
  • Utilizar toallas propias y no de otras personas.
  • No andar descalzos si se tiene heridas o pequeñas fisuras en el pie.
  • Usar chalas, evitando que el pie esté en contacto directo con los ácaros del pasto en los recintos de las piscinas  públicas. También es importante emplearlas al momento de usar las duchas de los espacios públicos.
  • No olvidar secarse bien los pies y entre los dedos.
  • No compartir las chalas de la piscina y de la playa, ni usarlas para caminar. Si se tiene exceso de sudoración, secar bien los pies y usar calzado transpirable.
  • Mantener los pies secos pero hidratados.