Gabriel León en Feria de la Ciencia y Tecnología: “La ciencia cambió nuestra forma de vivir, pero también nuestra forma de morir”

El doctor en biología molecular realizó una charla magistral con la que se dio inicio a una nueva edición de la Feria de la Ciencia y Tecnología de la UST, donde analizó el valor histórico de la ciencia y su peso en relación a la crisis sanitaria actual.

El doctor Gabriel León, bioquímico, doctor en biología molecular y comunicador científico, fue el encargado de encabezar el inicio de la 9ª Feria de la Ciencia y Tecnología organizada por la Facultad de Ciencias de la Universidad Santo Tomás, abordando la temática de la ciencia en nuestros días y haciendo un recorrido histórico sobre la evolución científica y la incidencia de enfermedades y pandemias en la mortalidad y la esperanza de vida de la población.

Si para el año 1500 la muerte tenía una presencia constante, donde era muy fácil enfermar y morir a temprana edad y sin que nadie tuviera ninguna idea de las razones para aquello, hacia el 1800 la esperanza de vida al nacer -en promedio en el mundo- no superaba los 30 años, pero un siglo después se comenzó a disparar y hoy prácticamente se ha triplicado la esperanza de vida de nuestra especie. “Eso que ocurrió, se llama ciencia. La ciencia nos permitió entender cuál era nuestra relación con las enfermedades y, como la pudimos comprender, la pudimos cambiar”, explicó el doctor León, añadiendo que “hasta antes de eso, nuestra relación con las enfermedades estaba llena de incertidumbre; básicamente no sabíamos por qué nos enfermábamos, porque para nosotros los virus y las bacterias no existían”.

A mediados del Siglo XIX comenzó a surgir el pensamiento, con ideas e hipótesis que daban pistas para comprender enfermedades y causas de muerte. El concepto del lavado de manos y el descubrimiento de bacterias por parte de Luis Pasteur y Robert Koch cambiaron el panorama y nuestra historia.

Entre 1900 y 2010 la tasa de mortalidad cayó a casi la mitad, y -entonces- las tres grandes causas de muerte (cerca del 50%) eran la neumonía derivada de influenza (infecciones bacterianas), la tuberculosis y las infecciones gastrointestinales, mientras que actualmente más de la mitad de la gente muere producto de enfermedades cardiovasculares o cáncer, es decir, enfermedades no transmisibles ni causadas por patógenos.

“La ciencia cambió nuestra forma de vivir, pero también nuestra forma de morir, y nuestra relación cultural con la muerte”, resumió el comunicador científico y escritor.

Pandemias en los últimos 100 años y el rol del ser humano

Hay que remontarse hasta 1918 -relató León- para recordar la última gran enfermedad que afectó al planeta. Según cálculos conservadores, la pandemia de influenza de entonces tuvo 500 millones de casos y unos 50 millones de fallecidos. Y la única diferencia con la actualidad es que en aquella época nadie supo cuál fue la razón. No fue hasta 1933 que los científicos lograron descubrir que dicha gripe era causada por un virus, ni hasta 1939 en que se inventó el microscopio y que por primera vez se pudo ver los virus.

En el caso del SARS-CoV-2, desde que apareció a finales del año pasado lleva alrededor de 23 millones de casos y unos 800 mil muertos, aunque León advierte que estas cifras probablemente subestiman la magnitud real de esta crisis sanitaria. Pero además, el doctor acusó que

“la pandemia que estamos viviendo hoy, fue predicha por la ciencia. Científicos, expertos en medicina de la conservación, en virología, sabían que esto iba a ocurrir”

y citó un estudio de 2013: “La presencia de un gran reservorio de virus similares al Coronavirus del SARS en los murciélagos de la herradura, junto con la costumbre de comer mamíferos exóticos en el sur de China, es una bomba de tiempo”. No obstante, “muchas veces, cuando los científicos hablan, no son escuchados”, lamentó el bioquímico.

Pese a estos errores, el biólogo molecular y autor del libro “La ciencia pop”, celebró la velocidad a la que hemos ido aprendiendo sobre este virus: China avisó el 31 de diciembre de 2019 que tenía una enfermedad desconocida en la zona de Wuhan, en 10 días el virus ya había sido aislado y secuenciado (y la secuencia puesta a disposición de todos los científicos del mundo) y en 54 días una empresa de EE.UU. anunció que ya tenía una vacuna lista para entrar en fase pre clínica.

Pero sin importar lo impresionante de esta velocidad, la percepción de la población es de absoluta incertidumbre, debido a que algunas recomendaciones han ido variando de manera contradictoria.

“La ciencia es una forma de tratar de entender a lo que nos rodea, usando nuestra curiosidad como motor, pero entendiendo además que nos podemos equivocar. Y a medida que tenemos mejores instrumentos, podemos obtener una mejor observación. Por lo tanto, los científicos tienen que ajustar sus conclusiones a medida que van obteniendo evidencia de mejor calidad”, explicó Gabriel León.

Finalmente, el comunicador clarificó que el problema con las pandemias no radica en los murciélagos que portan un virus, ni es producto de que alguien se tomó una sopa de este animal en China, sino que el culpable más bien es el ser humano: “El único vínculo entre todas las zoonosis somos nosotros”, subrayó. “Es el producto de nuestra relación descuidada con la naturaleza, que nos tiene metidos en otra crisis, que es la crisis climática. La invasión de nichos ecológicos, la destrucción del bosque tropical, la expansión de las ciudades, son todos factores que contribuyen al aumento de las zoonosis”, concluyó.