En la celebración de la Santa Misa, como Santo Tomás se recordó a colaboradores y estudiantes fallecidos el presente año

La liturgia, celebrada en la capilla de la UST Santiago y transmitida para toda la comunidad tomasina por Teams, fue presidida por el Capellán Nacional de la Institución, Padre José García Patiño, O.P., y permitió unirnos como comunidad en el dolor por la pérdida de numerosos miembros de nuestra comunidad que ya no están físicamente con nosotros, pero también en la esperanza que ofrece la transcendencia divina.

A propósito de la conmemoración del Día de los Files Difuntos, las Instituciones Santo Tomás, a través de la Dirección Nacional de Formación e Identidad, organizaron la celebración de una Santa Misa nacional en memoria de colaboradores y estudiantes que, por diferentes motivos, han fallecido durante el transcurso del año. Esta convocatoria, inédita hasta este momento, se convirtió en un momento muy especial como comunidad en torno a la oración, que además de congregar a buena parte de la comunidad (casi 400 personas), contó con la participación activa de estudiantes, colaboradores, docentes, autoridades, etc, que nos representaron a todos.

La liturgia, efectuada en la capilla de la UST Santiago y transmitida vía Teams a toda la comunidad, fue presidida por el Capellán Nacional de Santo Tomás, Padre José García Patiño, y permitió acompañar en el dolor a los familiares de los miembros de nuestra Institución que ya no están físicamente con nosotros.

Al comienzo de la ceremonia, la Rectora Nacional de Universidad Santo Tomás, María Olivia Recart, enfatizó en la importancia de contar con una comunidad. “En momentos dolorosos, complejos e inciertos, qué fundamental es tener una comunidad y mantenerla viva a través de ritos, de abrirnos a compartir en la alegría y en el dolor, sentir que nos tenemos los unos a los otros”, dijo.

Asimismo, el Rector Nacional del IP-CFT Santo Tomás, Juan Pablo Guzmán, participó de la Santa Misa con la primera lectura de San Pablo, invocando la esperanza en la vida eterna.

En la emocionante homilía, el P. José apeló a la necesidad que tenemos como seres sociales de crear lazos y vínculos de amistad y, por lo tanto, de abrazarnos. Por eso enfatizó que la muerte no es final, sino el inicio de otra vida distinta que no percibimos con nuestros sentidos, sino con la fe. Recordó que los que parten están de otra manera con nosotros, y que lo descubrimos con la fe.

Respecto de la ceremonia, Lorena Serra, de Santo Tomás Chillán, añadió que fue “emocionante unirnos en oración para recordar a aquellos que dejaron la vida terrenal, pero que permanecen en nuestros corazones”, destacando además la transmisión de un video donde se recordaba a cada uno de los colaboradores y estudiantes fallecidos.

En esa línea, la docente de Santo Tomás Santiago Centro, Helena Rojas, comentó que “participar en la Misa de difuntos es fundamental para nosotros como comunidad. Por una parte, permite un acompañamiento espiritual ante los dolores y dificultades que ha traído esta pandemia y, por otro lado, podemos unirnos en oración para pedir por el descanso eterno de las almas de aquellos directivos, docentes, colaboradores y estudiantes que ya partieron a la vida eterna”.

Por último, en palabras de Víctor González, Director de Formación de Identidad de Rancagua, “Sin duda alguna no fue una misa más, y no lo fue precisamente, porque pudimos impregnar los nombres, rostros, y recuerdos de los que ya partieron. El misterio de la muerte se hace patente, verdadero y real cuando la vemos en el otro, superamos así nuestro individualismo al abrimos a un “nosotros”, a ese nosotros tan necesario en este tiempo de pandemia; a ese nosotros que nos permitirá derrotarla. Lo que vivimos ayer nos demostró que el humilde Carpintero de Galilea murió por la humanidad completa, demostrando así su profundo amor a través de la superación de la muerte. Sin duda alguna no fue una misa más… fue un acto de amor”.

Esther Gómez, Directora Nacional de Formación e Identidad, valoró la “colaboración de tantas personas y el poder contar con estas instancias que nos hacen tanto bien espiritualmente, porque una comunidad que reza unida, también trabaja unidad, y trabaja mejor, pues lo hace con perspectiva de eternidad”.

La jornada representó un momento de paz, unión y compañía para nuestra comunidad académica en momentos en que la presencia física se hace especialmente compleja como producto de la emergencia sanitaria que afecta al país. Para revivirla, esta Santa Misa se encuentra disponible en el canal de YouTube de Santo Tomás, ingresando aquí.