Realizado por la sede Santiago Centro

Diego Infante: “Durante muchos años me puse límites que nunca debieron existir”

El activista del Espectro Autista, participó de un conversatorio para aclarar y desmitificar temas respecto al Trastorno del Espectro Autista. Esto en el marco de las actividades Sello 2020, cuyo centro es el respeto y la inclusión. 

“Por muchos años y a medida que fui creciendo, me di cuenta que era distinto a los demás. Con el tiempo esto se fue acrecentando. Sentía que mis intereses no eran como los del resto de las personas hasta que llegó la etapa en la que comencé a preguntarme cuál era la razón”.

Con estas palabras, Diego Infante (28), inició la presentación: “El autismo en primera persona”, actividad organizada por el Comité de Inclusión del IP-CFT Sede Santiago Centro y a través de la cual narró su experiencia tras ser diagnosticado con Trastorno del Espectro Autista (TEA).

El encuentro buscó desmitificar y romper los estereotipos que existen en la sociedad respecto a las personas que presentan esta condición, todo a través de una mirada testimonial y desde las vivencias del entrevistado.

Diagnóstico tardío

La condición de Diego no fue detectada desde la primera infancia, pese a que desde niño sintió que era diferente a sus compañeros de clase. Recién a sus 23 años fue confirmado que estaba dentro del Espectro Autista

“Recuerdo que siempre presenté otros tipos de intereses y en mis años de escolaridad, muchas de las asignaturas, simplemente no captaban mi atención. Siempre me encerraba en mi mundo, lo que en definitiva me apasionaba. Si bien, muchas veces me invitaban a sumarme, no las aceptaba porque estaba concentrado en mis cosas”, indicó.

Con respecto al proceso de aceptación de su diagnóstico, el que en su caso no presentaba dificultades que requirieran un mayor tratamiento, lo tomó como un proceso maravilloso, ya que pudo comprender muchas cosas sobre si mismo y entender que no existían los límites:

“Sin duda fue fenomenal y completamente aliviador comprender porqué soy distinto. La forma como me entregaron el diagnóstico -si bien para muchos es lapidario- en mi caso fue totalmente beneficioso. Me di cuenta de que durante muchos años me puse límites que nunca debieron haber existido”, explicó.

Es más, posterior a esto, cuenta que se atrevió a mochilear y conocer el sur del país, -específicamente la Isla de Chiloé- “Por primera vez me sentí independiente, pleno, hice amistades. Fui muy sociable y realmente feliz durante ese viaje, agregando que “el diagnóstico me cambió la vida. Hoy, estoy con la actitud positiva de seguir creciendo en muchos sentidos”.

Nuevos desafíos

A su regreso, adoptó la determinación de que quería estudiar. Búsqueda que lo llevó hasta la carrera de Masoterapia a la que ingresó en 2018. Etapa que calificó como “una buena experiencia. Comencé a cumplir sueños que venía arrastrando hace años y a sentirme más sociable, haciendo círculos de amistades mucho más diversos”.

Un año más tarde, publicó en redes sociales un video narrando su historia y experiencia. Contenido que generó un feedback inesperado en ese momento y que finalmente se tradujo en el impulso que necesitaba para comenzar a enfocar sus esfuerzos en ir en ayuda de otras personas que presentaban dicha condición. Acción que actualmente lo tiene enfocado en su rol de activista del Espectro Autista y que lo ha llevado a realizar charlas a lo largo de todo el país.

“Mi intención es luchar para que esta discriminación hacia las personas autistas desaparezca y en un futuro cercano, comencemos a hablar de diversidad. Que en todos los colegios y universidades acepten a todos por igual, sin importar su condición o discapacidad, dejando de lado la segregación. En definitiva, luchar por un mundo mejor”, puntualizó.

Asimismo, aclaró que “el Espectro Autista no necesariamente es un trastorno. Procesamos la información de otra manera. Somos más literales, lo que se puede mejorar trabajando la flexibilidad mental”.

Derribando mitos

A medida que fue avanzando la conversación, Diego aprovechó la instancia para responder consultas y a su vez, derribar algunos mitos o creencias que existen en relación al TEA. “El autismo en sí no es una enfermedad, sino una condición. Otro hecho a destacar es que las vacunas no generan autismo”.

En la misma línea, indicó que “es importante que las personas autistas tengan su espacio y aprendan a su ritmo. No los presionen a estudiar al mismo nivel de los demás y trabajar su interés a través de la motivación”.

“Lamentablemente vivimos en una sociedad segregadora. Hay que abrazar la diversidad y aprender unos de otros. Muchas veces en la vida hay múltiples caminos y si sabemos elegir, podemos aprender mucho, mediante personas que nos pueden incentivar. No se avergüencen de necesitar ayuda. Pidan apoyo. Nunca debemos rendirnos y trabajar apasionadamente por lo que nos interesa”, concluyó.

Cabe destacar que el encuentro también contó con la participación de Natalia Escobar, Directora del Centro de Aprendizaje y Presidenta del Comité de Inclusión de la sede, Patricio Ibarra, Director de Formación e Identidad y la conversación estuvo guiada y moderada por Carolina Cartes, Directora de las carreras del área Educación de la sede Santiago Centro.