Día de la Educación Técnico Profesional: Santo Tomás y su aporte concreto al desarrollo del país

A propósito de la conmemoración de los 78 años de la creación de la Dirección General de Enseñanza Profesional en Chile, el Rector Nacional del IP-CFT, Juan Pablo Guzmán, precisa que “nuestros estudiantes han sido protagonistas, aportando con sus conocimientos y preparación a resolver distintas problemáticas”.

El 26 de agosto se conmemoró el Día de la Educación Técnico Profesional, que cumple 78 años siendo un tipo de formación especialmente relevante en la construcción de lo que hoy conocemos como nación, al aportar en la formación de capital humano altamente especializado y comprometido con el desarrollo que Chile requiere para el presente, pero también para su futuro más próximo.

Bien lo sabe el Instituto Profesional y Centro de Formación Técnica Santo Tomás, entidad en la que estudian más de 60 mil alumnos en sus 22 sedes de Arica a Punta Arenas y que ha contribuido directamente con el progreso del país al aportar 160 mil técnicos y profesionales con un alto nivel de compromiso, profesionalismo y vocación por el país.

En el marco del efemérides que conmemora la creación de la Dirección General de Enseñanza Profesional de Chile y que marca el inicio de la formación Técnico Profesional en nuestro país, el Rector Nacional del IP-CFT Santo Tomás, Juan Pablo Guzmán, destacó algunas de las características que hacen atractiva a esta modalidad educacional, aseverando que “dentro de los aspectos más relevantes a destacar sobre la Educación Técnico Profesional es que se caracteriza por contar con carreras de menor duración y permite acceder a programas de continuidad de estudios, garantizando, además, una inserción más rápida al mercado laboral”.

Contingencia

Asimismo, respecto al actual escenario de crisis sanitaria producto de la propagación del COVID-19, la máxima autoridad académica institucional precisó que “la Educación Técnico Profesional debe hacerse parte del desafío de dar respuestas oportunas a las necesidades de los diferentes sectores productivos y de servicios, consolidándola como un tipo de formación clave para el progreso del país”.

Agregó que “en este contexto que vivimos, nuestros estudiantes han sido protagonistas, aportando con sus conocimientos y preparación a resolver distintas problemáticas que han surgido por la pandemia, lo que es motivo de orgullo para Santo Tomás y una motivación para seguir construyendo juntos el futuro de Chile”.

Gran compromiso

Bianca Miranda es estudiante de Preparador Físico sede Rancagua. Y a partir de su experiencia en trabajos voluntarios, comenzó una campaña en la comuna de Coinco, Región de O’Higgins, para reunir materiales para la construcción de una vivienda para una madre y sus dos hijos. Respecto a su vocación de servicio público, la estudiante manifestó que “Santo Tomás me ha ayudado muchísimo a desarrollar mis talentos, como el liderazgo y poder compartir mis herramientas y aprendizaje para ayudar a los demás. Aquí he aprendido y vívido las mejores experiencias de mi vida, aparte de poder desarrollarme como profesional”.

Por su parte Gustavo Concha, alumno de Ingeniería en Electricidad y Electrónica Industrial, sede Iquique, fue parte de la creación de un prototipo de ventilador mecánico en momentos en que estos instrumentos eran especialmente demandados por el aumento de contagios en su ciudad. Al respecto, afirma que “me gusta mucho mi carrera porque siempre estamos a la vanguardia; es una carrera que debe avanzar a la par con la tecnología, lo cual nos permite mantenernos en un constante aprendizaje y también aportar concretamente a nuestra comunidad desde la vereda de la innovación tecnológica, siendo un real apoyo”.

En tanto, Leonor Guerrero, alumna de Servicio Social vespertino en Viña del Mar, a sus 61 años participa de una olla común organizada por la Junta de Vecinos Valencia Alto, en Quilpué, como medida para paliar los efectos del COVID-19 en la zona. Sostiene que “una lleva por dentro las ganas de ayudar y también de organizar. Participar en la olla común fue una experiencia muy bonita, ya que empezamos entregando 45 raciones y ya vamos por sobre 100. La solidaridad me corre por las venas, por eso creo que elegí Servicio Social; es una carrera que cubre todas las posibilidades para ayudar a las personas, educarlas y orientarlas. Lo que he aprendido en Santo Tomás es un respaldo de conocimientos que me ha servido mucho para ayudar a los demás”, sentenció.

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