¿Complicado porque llegó marzo? Director de la carrera de Ingeniería Comercial de Santo Tomás Los Ángeles entrega recomendaciones para afrontar este mes

Matrículas, útiles escolares y permisos de circulación, son sólo parte de las responsabilidades que complican a las familias cuando finaliza el verano.

Marzo es quizás uno de los meses más complicados del año en materia financiera, dado que las matrículas, útiles escolares y permisos de circulación son sólo algunos de los gastos en los que muchas familias deben incurrir. Si a ello se le suman las vacaciones, puede que el panorama sea un tanto desolador en este sentido.

El director de la Carrera de Ingeniería Comercial de Santo Tomás Los Ángeles, Jorge Núñez, entregó una serie de recomendaciones sobre cómo superar de mejor forma el tan temido mes de marzo. En esta línea sostuvo que -a pesar de que no hay muchas fórmulas para enfrentarlo- sí existen vías para solventar los costos que se generan durante uno de los meses más complicados del año.

Así, lo más recomendado por el experto, “es tratar de ahorrar la cantidad (de dinero) que a uno le permita solventar esos gastos. Para poder tener ahorrado, primero necesito saber cuánto es lo que tengo que gastar y eso requiere la construcción de un presupuesto”.

Este presupuesto anual implica abarcar todos los gastos que una persona tendrá entre enero y diciembre, “con todo el ingreso fijo que tengo claro que recibiré producto de mi trabajo (…) Producto de este presupuesto, voy entendiendo en qué meses tengo que ir preocupándome por el excedente que gasto fuera de lo normal y al que tengo que verme enfrentado”, relató Núñez.

Para quienes son dueños de vehículos, será necesario incurrir en el pago de patentes y permisos de circulación, además de los gatos del colegio. En cuanto al uniforme, al menos, “las casas comerciales nos han ayudado un poco porque están empezando a venderlos desde enero. Antiguamente, todo era en Marzo”, explicó el académico.

En el caso de los establecimientos educacionales, ocurre algo similar. El académico de Santo Tomás Los Ángeles sostuvo que existen algunos que tienden a cobrar sus matrículas en diciembre o enero, como una forma de no sobrecargar los gastos de marzo. “Si bien es un mes que concentra harto gasto, también implica que la persona trate de ser un poco más organizada”, agregó.

Pese a que la recomendación es intentar solventarlos con ahorro, muchas veces éste no alcanza si, además, se le suman los gastos realizados durante el periodo de vacaciones.

Alternativas para salir del apuro

En caso de que no haya sido posible ahorrar dinero durante el año y ante la urgencia de cubrir la serie de costas a los que una persona se enfrenta en marzo, la primera recomendación es no tomar el primer crédito que le ofrezcan.

“Este tema es muy serio. Da la sensación de que es muy simple, pero en realidad es un poco más complejo de lo que uno piensa; la complejidad viene dada por el costo que tiene porque, en el fondo, cuando nosotros vamos a un banco y pedimos dinero, nosotros ese dinero lo pagamos ¿y cómo lo pagamos? Con un interés”, explicó el Director de Carrera.

Además, agregó que, si después de planificar sus gastos se percató de que no cuenta con los recursos suficientes como para solventar algunos aspectos puntuales, lo recomendable es solicitar un crédito de consumo en un banco regular, pidiendo distintas cotizaciones y barajando la alternativa que menor interés contemple al momento de pedirlo.

Ahora, en caso de que esta opción no esté a su alcance, lo ideal sería que utilizara las líneas de crédito ya que, si bien el interés no es bajo, es menor que el que le puede cobrar una tarjeta de crédito y como último recurso dejar las tarjetas de crédito como alternativa.

Lo que no hay que hacer

Lo que siempre debiera evitar son las cuotas comercio de las tarjetas de crédito -tanto del retail como bancarias- y las filiales de bancos, no porque sean malos, sino que el interés es mucho más elevado que el resto de las opciones.

Se entiende por cuota comercio aquellas en que no aplica la alternativa de pagar un producto al contado. A modo de ejemplo, es comprar un artículo en 12 cuotas; a ello se le aplicará un interés altísimo y es muy probable que termine pagando un 50% más del valor de ese producto sólo por conceptos de intereses aplicados a la compra.

“¿Por qué es tan elevado? Porque, efectivamente, tiene un riesgo mayor. Me están entregando plata con una tarjeta; entonces, frente a ese riesgo, la compañía sustenta cobrar el interés que cobra”, relató el docente.

En el caso de los avances en efectivos, también poseen una tasa de interés alta que no es recomendable para solventar marzo. “Si sé que durante todo el año voy a tener un déficit en algún momento de X cantidad, que ese mismo déficit lo puedo pagar ordenado durante 12 meses, la recomendación es tomar un crédito de consumo por esa cantidad de tiempo porque es más barato que los otros”, recomendó el profesional.

En este contexto, explicó la importancia de evitar pedir un préstamo en la filial de alguna entidad bancaria porque, lo más probable, es que le cobren una tasa de interés mucho más alta que en un banco tradicional; así deberá descartar solicitar dinero en alguna caja de compensación, básicamente por el alto costo que implica.