Tras jubilarse, comenzó a buscar una actividad que uniera su pasión por el deporte y la naturaleza. Acción que lo llevó a matricularse en Turismo Aventura en la Sede Santiago Centro, carrera que cursa desde marzo de este año.

A sus 67 años, y luego de haber trabajado durante más de tres décadas en el área de salud, Cleonardo sentía que aún tenía energía para continuar realizando actividades que lo mantuvieran activo.

Período de búsqueda en el que estuvo apoyado por sus hijos y que lo llevó a adoptar la determinación de que quería hacer algo que uniera su pasión por la actividad física y naturaleza. Fue así como llegó a matricularse en Turismo Aventura en la Sede Santiago Centro, carrera que cursa desde marzo de este año.

“Claramente no fue una decisión fácil pero sí sentía que tenía las ganas y la convicción de mantenerme activo. Si bien me ha costado un poco acostumbrarme a tener que estudiar, pongo todo mi empeño para sacar adelante las asignaturas correspondientes en cada semestre para alcanzar mi objetivo de obtener el título”, señaló.

En la misma línea, sostuvo que “soy consciente de que los años no pasan en vano pero a la vez, tengo la certeza de que la energía que uno le ponga a las acciones que realiza son esencial para cumplir con los objetivos planteados. Por ello, me animé a estudiar”.

Una vida ligada al deporte

Por otra parte, indicó que su cercanía con el deporte ha sido esencial para enfrentar las actividades prácticas que presenta la carrera. “Me acomodan bastante las salidas a terreno, ya que todas las he cumplido a cabalidad”.

Agregó que “durante muchos años formé parte del Club Andino Wechupun. No obstante, mi pasión es la maratón (42K). Entreno día por medio, lo que me ha permitido tener resistencia física, tema esencial para la carrera que estoy estudiando”.

Otro elemento que destacó fue que “me llamó la atención el compañerismo que existe en la carrera. Pensé que sería otro el recibimiento cuando ingresé pero de manera inmediata me integré, situación que se ha mantenido hasta hoy. Lo mismo pasa con los docentes. Tengo el apoyo y la comprensión de todos, quienes saben de mis limitaciones pero de todas maneras me animan a cumplir con las tareas encomendadas”.

“Definitivamente me siento orgulloso de la decisión que tomé. Santo Tomás es la institución que me ayudó a revitalizarme y sentirme con ganas de seguir activo. Estoy feliz porque es un desafío que estoy cumpliendo. Desde el primer día, he tenido mucha ayuda de mis profesores y compañeros, pese a la diferencia de edad que puedo tener con cada uno de ellos”, explicó.

En relación a su futuro enfatizó: “más allá de cualquier proyecto laboral que se pudiera presentar, quiero obtener mi título a manera de logro personal y sentir que uno es capaz de alcanzar las metas propuestas pese a las dificultades que se te puedan presentar en el camino”.

“Agradezco a la institución por lo que me ha dado, aceptarme y brindarme la oportunidad de estudiar una carrera que se relaciona con mi pasión: deporte y la naturaleza”, concluyó.