“El apoyo del psicopedagogo es importante en todo el ciclo vital”

Un gran avance en la valoración del psicopedagogo y apertura de nuevos espacios laborales, destacó el presidente del Colegio de Psicopedagogos de Chile, Carlos Mora Suárez. Y es que en la actualidad “se ha entendido que las dificultades de aprendizaje hacen necesario pedir ayuda y este apoyo debe ser de un profesional que no mire sólo la dificultad, sino trabaje con la capacidad de cada persona”, señaló el experto.
Mora enfatizó en que se ha ampliado el campo laboral, se ha extendido fuera de los colegios y escuelas, hacia centros comunitarios y clínicos. “Estamos posicionados en programas de integración, dentro de la Ley SEP, apuntando al ámbito educativo en su mayoría sin excluir los proyectos comunitarios colaboradores de Sename o directamente en Sename, en clínica y atención particular”.
El psicopedagogo explicó que el trabajo de estos profesionales abarca todo el ciclo vital, no sólo a los niños.

“La formación curricular del psicopedagogo incluye hasta la labor con adultos mayores, podemos trabajar con hogares de ancianos, nos ampliamos también en la juventud en las etapas de enseñanza media y superior trabajando estrategias de aprendizaje. Incorporamos también la estimulación temprana, NT1 y NT2, niveles de kínder y pre kínder” enfatizó.

Charla Motivacional

Carlos Mora estuvo en Santo Tomás Concepción participando de la charla motivacional para los estudiantes de esta carrera y las carreras técnicas del área de Educación del Instituto Profesional y el Centro de Formación Técnica Santo Tomás. Durante la actividad, la experta de Cerebrum, psicopedagoga, magíster en Comprensión Lectora y diplomada en Neuroeducación, Patricia Escobar Undurraga, enfatizó muy bien en el rol del psicopedagogo desde un enfoque socioeducativo, en el que son “profesionales especialistas en desarrollo del aprendizaje, cambiando el objetivo hacia potenciar al ser humano y desde allí intervenir”.

La académica llamó a los estudiantes a ser responsables, conscientes de que sus acciones como profesionales tendrán gran impacto sobre las personas que están tratando. “Quien llega al psicopedagogo, viene desmoralizado, disminuido…con un autoconcepto negativo y nosotros tenemos que demostrarles que son capaces. Si cambiamos eso, el trabajo vale la pena”, concluyó.