El Vicerrector Académico, de Investigación y Postgrado, Sebastián Rodríguez, enfatiza que en la Institución “incentivamos a nuestros académicos al uso de herramientas innovadoras, como simulación clínica, estudios de casos y aprendizajes basados en proyectos, además de aula invertida y aprendizaje-servicio”.

El panorama en de la educación superior en Chile ha cambiado sustancialmente desde hace una década, impactando fuertemente los procesos formativos, lo que supone importantes desafíos para las Instituciones que componen el sistema terciario de educación.

En ese sentido, la Universidad Santo Tomás ha sido pionera en impulsar la innovación educativa como método para mejorar la docencia y, así, los profesionales del futuro próximo cuenten con las competencias necesarias para desempeñarse exitosamente en el mundo laboral. “Por ello los currículos enfatizan cada vez menos el conocimiento específico del contenido en favor de las habilidades del pensamiento crítico, como la lectura comprensiva, el razonamiento analítico y la resolución de problemas”, enfatiza el Vicerrector Académico, de Investigación y Postgrado de la Institución, Sebastián Rodríguez.

En esta línea, Santo Tomás organizó recientemente la tercera versión del Congreso de Innovación Educativa, instancia marcada por dos relevantes hitos: la presentación de un libro sobre la materia y el anuncio de la creación del Centro Interdisciplinario de Innovación Educativa (CIED), con el objeto de “incentivar a nuestros académicos al uso de herramientas innovadoras, como simulación clínica, estudios de casos y aprendizajes basados en proyectos, además de aula invertida y aprendizaje-servicio”, precisa Rodríguez.

Proyectos de innovación

El texto explica que UST creó en 2008 el Concurso de Innovación Educativa generando un espacio para que sus académicos pudiesen proponer iniciativas para explorar, desarrollar y estructurar actividades innovadoras en el quehacer académico. A la fecha se han ejecutado 107 proyectos por un total de $433 millones. “Esto ha permitido diversificar el abanico de estrategias de enseñanza-aprendizaje utilizadas en las salas de clases y con ello mejorar los resultados de aprendizajes esperados en las distintas asignaturas”, afirma el Vicerrector Académico, de Investigación y Postgrado de la Institución.

El promedio de proyectos que se postulan por año es de 40 y de ellos un 25% son financiados por Universidad Santo Tomás en base a las siguientes características: que sean innovadores, que tengan la capacidad de generar un producto o materiales concretos capaces de implementar a nivel nacional, que tengan la capacidad real de mejorar la calidad y resultados de los procesos de enseñanza-aprendizaje y que sean coherentes con el Proyecto Educativo Institucional (PEI), entre otras materias.

Innovación educativa

Asimismo, el libro ahonda sobre los cambios que ha experimentado el sistema de educación superior chileno en la última década, principalmente por la posibilidad del ingreso a instituciones de alumnos provenientes de la educación pública, que generalmente son primera generación de estudiantes de sus familias. Por eso, la docencia de pregrado puede considerarse un espacio donde la innovación educativa presenta oportunidades concretas de desarrollo y crecimiento.

“Un ámbito innegable se relaciona con los requerimientos derivados de la masificación de la educación. El sistema observa múltiples acciones orientadas a contar con modelos de apoyo académico y psicosociales para los estudiantes, conducentes a cerrar brechas y nivelar para el logro de trayectorias exitosas, considerando otros ámbitos como la orientación vocacional, la entrega de estrategias para el aprendizaje y el acompañamiento psicosocial”, enfatiza Paulina Vásquez Schiele, Directora General de Pregrado UST y Directora Nacional de Procesos de Enseñanza – Aprendizaje del IP-CFT Santo Tomás.

En ese sentido, la docencia de pregrado ha debido apropiarse de nuevas estrategias para el aprendizaje y sistemas de evaluación, derivando los requerimientos de los respectivos modelos de formación, pedagógicos o educativos, los que declaran un rol protagónico del estudiante, concibiéndolos como agentes activos en la construcción y reconstrucción del conocimiento, y señalando una orientación al logro de aprendizajes integrales.

“La incorporación de la innovación para la reinvención de múltiples procesos que parecían inalterables hace poco tiempo atrás, ha sido un elemento clave. Poner al servicio del aprendizaje a las TICS y adoptarlas bajo criterios pedagógicos, considerar el equilibrio de la sincronía-asincronía de clases para una docencia efectiva y viable e incorporar nuevas metodologías, han sido desafíos que ha traído consigo la implementación de clases remotas como respuesta a las exigencias sanitarias de la autoridad”, agregó la académica.

Centro CIED

Otra materia que aborda el libro “Innovación Educativa en la UST” tiene relación con la creación del Centro Interdisciplinario de Innovación Educativa (CIED), modelo de gobernanza con una visión interdisciplinaria de la innovación educativa y su aplicación a distintas realidades. La entidad cuenta con una Directora Ejecutiva, María Felisa Palacios, un equipo de apoyo en áreas de gestión y coordinación con sedes de las tres instituciones de Santo Tomás y un grupo de investigadores de distintas disciplinas.

“El objetivo del CIED consiste en instalar en Santo Tomás un sistema y cultura institucional de gestión de la innovación educativa de carácter colaborativo, interdisciplinario e integrador, que en su espíritu de transformación lleve a las instituciones a un nivel de excelencia en docencia para retroalimentar y responder a las demandas de nuevas experiencias de aprendizaje en educción superior”, afirma Palacios.

Las áreas de trabajo en el que se enfocará el Centro Interdisciplinario de Innovación Educativa tienen relación con la Educación a Distancia y la incorporación de Tecnologías de Comunicación e Inormación (TICs) al proceso de enseñanza-aprendizaje. “Para avanzar en estas áreas se trabajará en estrecha vinculación con distintas unidades de la Institución, como por ejemplo Dirección General de E-learning o Dirección General de Pregrado, para elaborar nuevos modelos de educación en modalidad B-learning y online para programas de pregrado, postgrado y educación continua”, sentenció la Directora Ejecutiva del CIED.

Revisa el libro «Innovación educativa en la UST» aquí