Alumnos y docentes del Área Odontología de sede Viña del Mar se capacitan en lengua de señas para atención de pacientes sordos

El curso teórico-práctico es inédito en la Región de Valparaíso, ya que además del aprendizaje de la lengua de señas chilena, implica la creación de material que podría quedar a disposición de los profesionales del área de Salud Odontológica.

Las personas sordas se encuentran frecuentemente con dificultades para comunicarse con quienes son oyentes, las que se ven acentuadas cuando requieren atención en un centro asistencial. No poder explicar lo que necesitan o que su contraparte médica no sepa cómo relacionarse con ellos es un problema recurrente.  Pensando en esa realidad, el Área Odontología de IP-CFT Santo Tomás Viña del Mar organizó una Capacitación en Lengua de Señas para la Atención del Paciente Sordo en Contexto Odontológico, curso que ya ha registrado dos sesiones y que está orientado a alumnos y docentes.

“La principal dificultad que tienen las personas sordas al buscar atención en Salud y en particular atención en Salud Odontológica es la barrera comunicacional. Muchos incluso desisten de asistir porque sienten que el profesional clínico no va a entender cuál es su dolencia o porque creen que no van a poder darse a entender ante cualquier problema que tengan. Por eso el objetivo de este curso es entregar a los alumnos las herramientas que les permitan implementar una atención lo más efectiva posible con las personas sordas”, explica Felipe Parraguez, director del Área Odontología y jefe de la carrera Técnico en Odontología mención Higienista Dental.

El curso –que se desarrolla a través de una plataforma virtual- está a cargo de Mildren Reyes, intérprete de lengua de señas y secretaria de la Asociación de Intérpretes de Lengua de Señas de Chile (AILES-Chile); junto a Bárbara Montané, relatora sorda y estudiante de segundo año de Laboratorista Dental en Santo Tomás Viña del Mar.

 Desde abecedario dactilológico a una consulta real

En las cuatro sesiones teóricas los participantes aprenderán desde los conceptos más básicos, como el abecedario dactilológico, hasta llegar a elementos más específicos como frases de atención al paciente, procedimientos e indicaciones de tratamientos. El curso finalizará con una jornada práctica donde los alumnos deberán aplicar lo aprendido interactuando con exalumnos sordos de la institución que asistirán a una consulta dental real en la Clínica del Higienista Dental de Santo Tomás Viña del Mar. Esto se realizará obviamente cuando las circunstancias permitan desarrollar actividades grupales de forma presencial.

“La lengua de señas es un idioma complejo que se basa en la conceptualización de ideas que se expresan en señas, y no es el español expresado en movimientos de manos como la mayoría piensa, por lo que la interpretación puede resultar compleja cuando no se ha desarrollado vocabulario específico del área que se está trabajando. El área de Salud, en general, presenta este gran desafío, sobre todo en el área odontológica. Entonces, el intérprete debe recurrir a explicar iconográficamente de qué se tratan los conceptos que se están manejando, por lo que debe saber previamente de los procedimientos que se realizan en el área, tener nociones de salud y odontología, y entender todos los conceptos técnicos que se manejan. Para ello también es importante la preparación del intérprete de lengua de señas y el contacto permanente con la comunidad sorda. En mi caso personal, es la continua preparación que me brinda el Centro de Estudios para Sordos CECASOV, en Valparaíso, y la constante evaluación de la Asociación de Sordos de Chile ASOCH”, señala Mildren Reyes.

En las sesiones teóricas se desarrollan conceptos básicos, como el abecedario dactilológico, hasta llegar a elementos más específicos como frases de atención al paciente, procedimientos e indicaciones de tratamientos.

 Curso pionero en la Región de Valparaíso

Felipe Parraguez aclara que el curso tiene objetivos que van más allá de la enseñanza de la lengua de señas chilena. “Para llegar al nivel de un intérprete hay que estudiar varios años. Lo que nosotros queremos es además crear material y documentación que el día de mañana pueda quedar a libre disposición para los profesionales del área de salud odontológica. Los alumnos de esta capacitación van a generar productos como guías, fichas clínicas, informativos y recursos didácticos que complementarán el aprendizaje de la lengua de señas”, explica, recalcando que por este mismo motivo se trata de un proyecto pionero en la Región de Valparaíso.

“Esta iniciativa está muy alineada con la labor inclusiva que tenemos como institución y también está ligada al carácter social que le hemos querido otorgar al Área Odontología desde el año pasado, participando y organizando diferentes actividades en beneficio de la comunidad”, agrega el cirujano dentista, anunciando que en la segunda parte del año se pretende replicar este curso, esta vez abierto a egresados del área.

Mildren Reyes acota que “trabajamos para poder crear un curso de capacitación que entregue a los alumnos estas herramientas y así lograr que la clínica de atención a pacientes de Santo Tomás de Viña del Mar sea un referente de inclusión y las personas sordas puedan asistir con toda la tranquilidad que se merecen y puedan comunicarse efectivamente en lengua de señas chilena”.

 Atención de salud de personas sordas

La intérprete en lengua de señas relata uno de los grandes problemas que vive la comunidad sorda en esta temática: “en Chile existe la Ley 20.422/2010 que establece normas sobre igualdad de oportunidades e inclusión social de personas con discapacidad en la que se reconoce, en sólo un párrafo, la existencia de la cultura sorda, la lengua de señas chilena y la importancia de que haya un intérprete en eventos públicos, pero no hace mención explícita en ningún caso de la atención de salud de personas sordas. Por ejemplo, dice que deben existir intérpretes, pero no explicita quiénes pueden ejercer como tal ni reconoce la figura profesional del mismo, tampoco cuál es su función dentro de un servicio de salud, ni dice si éste puede acompañar a la persona sorda dentro del proceso de atención con el profesional de la salud. Tampoco se refiere a la calidad de vida de las personas sordas”.

“Por eso, la Ley 20.422/2010 en realidad no otorga ninguna garantía en el acceso a la información el sistema de salud. Actualmente se da como opción que la persona sorda lleve a alguien que use la lengua de señas como acompañante, para que le pueda explicar o interpretar, pero es estrictamente responsabilidad de la persona sorda. Pasa por él conseguir el servicio de interpretación y pagarlo, o tiene que recurrir a la buena voluntad de un familiar o amigo que lo quiera acompañar. Si se da el caso, que no sea bien recibido o no se le permita el acompañamiento, es la Ley de no Discriminación 20.609/2012 la que lo avala, y no la Ley 20.422/2010”, finaliza.