“La investigación en Fonoaudiología es muy reciente, todavía hay mucho por hacer”

María Francisca Alonso, docente de UST Viña del Mar, se refiere a la reciente adjudicación de un concurso Fondecyt con su proyecto “Alteraciones sintácticas en sujetos con esquizofrenia”.

“Si no está publicado, no existe”. Así de categórica fue María Francisca Alonso para explicarle al público del encuentro ENFONO 2016 la importancia de la investigación y la publicación de proyectos en el ámbito profesional y académico. La docente de la Escuela de Fonoaudiología de UST Viña del Mar acaba de adjudicarse un concurso Fondecyt de Iniciación en Investigación y desde esa perspectiva habla sobre un tema que cobra cada vez más relevancia en una disciplina todavía joven en esta materia.

Y si bien su entusiasmo es notorio al hablar de investigación, sabe que en su disciplina el camino recorrido en esta materia aún es corto. “En la Fonoaudiología la investigación es muy reciente, surgió en los últimos 10 años, como máximo. Hace poco aparecimos varios doctores, pero se ha hecho muy poco todavía. Por una parte eso es muy bueno porque hay mucho por hacer, pero por otra parte no es tan positivo porque eso habla de que hay muchas prácticas que debemos evidenciar que tienen eficacia. Es necesario hacer investigaciones y publicarlas para que lleguen a los colegas que están en la clínica”.

Del mismo modo en que reconoce que la investigación en Fonoaudiología está dando sus primeros pasos, asume que incluso los alcances de su disciplina son desconocidos no solo para la gente “común y corriente”, sino también para los integrantes de equipos médicos. “Es un área muy desconocida no solo para la gente común, a veces los equipos clínicos tampoco tienen mucha idea de lo que hacemos los fonoaudiólogos. Por ejemplo, en neonatos se pueden hacer trabajos súper interesantes con estimulación no solo de deglución, sino también de lenguaje. ¿Y cuántos fonoaudiólogos en Chile están trabajando en deglución? Con suerte, tres. Hay muchos campos por abrir”, asegura.

La importancia de la investigación

María Francisca Alonso recuerda que hace pocos años era extraño que un fonoaudiólogo se dedicara a la investigación: “Cuando hice mi doctorado, mis colegas me preguntaban para qué lo estaba haciendo. Eso ya ha cambiado, ahora todos entienden la importancia de este tema”. Según cuenta, en la Escuela de Fonoaudiología de UST Viña del Mar los alumnos también están conscientes de la necesidad de investigar y publicar.

“Hemos hecho un trabajo de concientización y los alumnos saben que tiene que investigar y que sus tesis tienen que publicarse. Tratamos de incentivar a los alumnos de tercero e incluso de segundo año a que participen con nosotros en proyectos de investigación a través del programa de inserción en líneas de investigación y ellos tienen conciencia de que esto hay que hacerlo”, señala.

Obviamente, nadie comenzará siendo investigador principal, sino que “hay que partir desde abajo, tabulando datos, transcribiendo, tomando muestras, y al mismo tiempo estudiando. Luego de varios años haciendo eso, van a entender qué les gusta, qué quieren investigar y qué hace falta investigar”.

Concurso Fondecyt 2016

Respecto al proyecto “Alteraciones sintácticas en sujetos con esquizofrenia” con el que se adjudicó un Fondecyt 2016 de Iniciación en Investigación, María Francisca Alonso explica que “es una línea de investigación que hemos desarrollado en el área de la lingüística clínica. Estamos analizando distintas partes del procesamiento lingüístico, particularmente hemos visto todos los aspectos pragmáticos, que se refieren al uso del lenguaje y que en las personas con esquizofrenia está muy alterado”.

“Nos hemos dado cuenta que hay alteraciones más ligadas a la estructura del lenguaje, a la sintaxis. Cuando hago una frase que termina con una palabra que es semánticamente incongruente, tú tienes una reacción cerebral. Por ejemplo, si digo ‘él fue a pasear a la pelota’, tu cerebro reacciona y dice que eso no está bien. Eso se puede medir con una onda cerebral, un potencial postsináptico que se da a los 400 milisegundos. Sucede lo mismo con la sintaxis, por ejemplo si yo digo ‘él fue a el plaza’, pero en este caso es en otra onda que se da a los 600 milisegundos”

“Como estos sujetos tienen tantas dificultades detectando algunos aspectos del lenguaje, queremos ver si en la sintaxis también les ocurre lo mismo. Queremos comparar estas incongruencias sintácticas y semánticas, y ver cómo estos sujetos son capaces de detectarlas. Toda esta línea va enfocada a describir bien qué les sucede a estos sujetos, para después ver cómo podemos intervenir y luego tendremos que evidenciar que esa intervención funciona. Es un proyecto a muy largo plazo”, finaliza.