Doctorado en Conservación y Gestión de la Biodiversidad suma profesionales que aportan a la calidad humana y formativa de los estudiantes

Con el desafío de la especialización continua, muchos de los académicos de Santo Tomás cumplen con sus estudios de cuarto nivel. Como es el caso de Carlos Barrientos Donoso, director de la carrera de Medicina Veterinaria, quien, en marzo de 2020, inició el programa de Doctorado en Conservación y Gestión de la Biodiversidad de la Universidad Santo Tomás sede Concepción, con la motivación de perfeccionarse en un programa que le permitiera aportar desde la investigación.

Sus inicios en la institución comenzaron en 2014, como académico de postgrado, específicamente en el Diplomado en Medicina de Animales Exóticos, posteriormente en el año 2015 participó como docente adjunto a cargo de la asignatura de pregrado Introducción al Manejo y Conservación de Fauna Silvestre. En 2016, asumió el cargo de Jefe de Carrera de Medicina Veterinaria manteniéndose en dicha posición hasta el año 2018, fecha en la cual asumió positivamente la Dirección de la Carrera, cargo que sigue desempeñando con actitud y ahora con más fuerzas a pesar de la pandemia.

“La motivación por perfeccionarme siempre estuvo presente, por lo mismo al titularme ingrese y desarrolle el Magíster en Ciencias con mención en Zoología, sin embargo, una vez finalizado ese programa tenía claro que el siguiente paso sería un Doctorado. Por lo tanto, siempre estuve en la búsqueda de un programa que contemplara las líneas de investigación en las cuales yo quería seguir avanzando, las que son abordadas en su plenitud por el Doctorado en Conservación y Gestión de Biodiversidad, ya que como su nombre lo indica aborda por un lado la Ecología y Biodiversidad y además la Conservación y Gestión de la Biodiversidad, pilares fundamentales para trabajar en pro de la conservación de muchos ecosistemas y especies que precisan de acciones en favor de su protección. Sumado a esto es el único programa de Doctorado de dedicación parcial que considera clases con una frecuencia quincenal, lo que me permite seguir cumpliendo mis obligaciones laborales”, expresó el académico.

Sabiendo el desafío que implica actualizarse en estos tiempos, Barrientos aprovechó la oportunidad de seguir capacitándose a pesar de las grandes dificultades que trajo la crisis sanitaria, escenario que lo llevó a equilibrar distintas responsabilidades, como las clases virtuales, el teletrabajo y las múltiples demandas que acompañan las áreas de desarrollo de la carrera de Medicina Veterinaria.

“Considero que independientemente de la profesión uno debe capacitarse constantemente, procurar mantenerse vigente en temáticas, contenidos y normativas, esto es lo que nos exigen las distintas profesiones.  Mi carrera sin lugar a dudas se verá robustecida por las herramientas y formación que entrega este programa como, por ejemplo, en los procesos de levantar y gestionar recursos o fondos para la conservación o en los aspectos sociales que emergen en el proceso de gestión y conservación de los sistemas naturales”, señaló Barrientos.

Con sus aportes no solo contribuirá a fortalecer el área de Recursos Naturales de la UST, sino también a aplicar estos nuevos conocimientos de manera empática con el estudiante de pregrado que, en el contexto actual, no solo requiere de muchas de estas herramientas pedagógicas para desarrollarse en las distintas asignaturas sino de docentes con gran calidad humana durante su formación académica.

“Mi aporte se ha relacionado con comunicar el conocimiento científico a los estudiantes de la carrera y a que se trasformen en precursores del cuidado y conservación de la biodiversidad, para de esta forma aportar a la sociedad identificando problemas y a la vez buscando soluciones de manera integral, considerando el componente ambiental y la biodiversidad, tanto en su vida diaria como en su futuro ejercicio profesional. Por otro lado, además de las enseñanzas disciplinares he mantenido una escucha activa con el fin de aportar con una visión basada en la empatía hacia cada situación que se presente con mis estudiantes, enseñándoles el valor del dialogo respetuoso, la importancia de ser consecuentes y siempre dar el 100% en cada actividad que llevemos a cabo”, aseguró Barrientos.

A esto suma que la labor docente que ejerce en las asignaturas vinculadas a su perfil profesional, convierte las clases en espacios dinámicos y participativos, ejemplificando cada tema con su experiencia laboral, y también vinculando las temáticas a sus experiencias personales y la situación nacional e internacional relacionada al área de recursos naturales y biodiversidad. “Esto se logra abordando temas actuales referentes a conservación y gestión de la biodiversidad que han sido profundizados gracias a las actividades del programa de doctorado, de manera que los estudiantes integren conceptos actualizados y puedan proyectar su ejercicio profesional en esta área. Por otro lado, mediante el diálogo, se generan instancias de conversación con los estudiantes y se mantiene una atención constante para ellos fuera del aula”, aseveró.

Si bien perfeccionarse en cualquier área entrega nuevas herramientas y conocimientos para seguir avanzando, cada perfeccionamiento abre las puertas a nuevas interrogantes e inquietudes. Al respecto, el académico explicó que el perfeccionamiento continuo también es un modelo a transmitir a los estudiantes de pregrado, quienes, al ver el ejemplo de sus académicos, puede motivarles también a seguir el camino de la investigación y adquirir de manera actualizada los conocimientos en su área de interés.

“Los resultados académicos propios de un estudio de postgrado como lo es el Doctorado que estoy cursando, refuerza con el ejemplo la importancia de un perfeccionamiento continuo. Por ello, a los futuros profesionales lo invito a que siempre mantengan la motivación y esfuerzo que han demostrado para llegar donde están hoy, que recuerden que la Medicina Veterinaria es una profesión en constante evolución, con enormes desafíos y responsabilidades; por un lado, cuidar, entender y proteger a los animales, que en estos tiempos han logrado ser reconocidos por su importante repercusión social, económica y cultural. Pero, por otro lado, la protección de la salud humana, fundamentada en la salud pública y la inocuidad alimentaria y la no menor importante tarea de cuidar nuestro medio ambiente, que día a día se ve más impactado por nuestro paso. En consecuencia, tendrán una gran misión, seguir mejorando las condiciones de vida de los animales, mejorar la calidad de vida del ser humano y preservar nuestra riqueza ambiental para las futuras generaciones”.