Académica de Trabajo Social cuestiona el rol que juegan los medios frente a la pobreza

Carolyn Reyes, docente de Santo Tomás Viña del Mar, abordó el tema en su investigación “Representaciones sociales de la pobreza en los mass media”, donde analizó las publicaciones de dos diarios de la V Región.

¿Qué es la pobreza para los medios de comunicación? Una pregunta enorme que llevó a Carolyn Reyes, docente de la Escuela de Trabajo Social de Universidad Santo Tomás Viña del Mar, a desarrollar la investigación titulada “Representaciones sociales de la pobreza en los mass media”, en la cual estudió la manera en que dos diarios de la V Región Costa abordan este tema. Los resultados no fueron muy positivos, dado que una de sus conclusiones es que la prensa no es consciente de su rol de constructor de la realidad.

Los problemas surgen desde la creencia popular que indica que los medios nos entregan la realidad “intacta”, ignorando que solo nos presentan una interpretación de la misma. “Todos asumimos que lo que nos dicen los medios es la verdad. Sin prueba alguna, creemos todo. Nadie piensa que puede ser una mentira, una interpretación personal o una mirada editorial. Si ahora dicen en la radio que Madonna está en la calle Pedro Montt, la gente va a salir a mirar”, explica la académica.

Esa primera dificultad se entiende y muestra toda su dimensión cuando se le asocia al concepto “pobreza”, es decir, al preguntarse cuál es la representación social que construyen los medios sobre la pobreza. Y la respuesta es preocupante. En primer término, porque es un tema que no figure demasiado en los medios de comunicación; y en segundo, porque la manera en que se aborda en los dos diarios estudiados no es la mejor.

 “Según un medio en particular, resulta que los pobres son delincuentes y están ligados al tráfico de drogas. Si yo leo eso, empiezo a armar en mi inconsciente una representación social donde los pobres son delincuentes, entonces mi forma de relacionarme con la pobreza va a ser a través del rechazo”, ejemplifica Reyes.

Este rechazo se manifiesta de diferentes maneras. Por ejemplo, “si asumes que el pobre es delincuente y te enteras que cerca de tu casa van a construir viviendas sociales, piensas de inmediato que el barrio se va a llenar de delincuentes. Y ahí aparecen las campañas de vecinos juntando firmas para que se impida su llegada. Se asume la pobreza con condiciones negativas que no están en relación directa con la pobreza. Un pobre no tiene porqué ser delincuente”.

Así, mientras uno de los diarios estudiados relaciona a los pobres con la delincuencia, el otro invisibiliza a los pobres aunque reconoce a la pobreza como un tema importante. “Es decir, reconoce el problema social, pero desconoce a las personas que lo viven”, explica, añadiendo que la principal falencia de este medio de comunicación en particular es que “asume la pobreza como carencia material, tal como lo hace el Estado, entonces se piensa que la solución es inyectar recursos. Ahí aparecen los subsidios, los bonos, etcétera”.

 El rol de los medios

Al consultar si estas posturas de los medios de comunicación son voluntarias y responden a una línea editorial, la académica de Santo Tomás Viña del Mar prefiere optar por la “ingenuidad”, como ella misma lo define: “hay una parte del Trabajo Social que plantea efectivamente que los medios de comunicación son poderes fácticos y buscan enajenar a la gente diciéndole qué ver, qué escuchar y qué leer, para que no piense por sí misma. Desde ahí se podría decir que hay una manipulación, pero yo también pienso que el problema quizás es que los medios se dedican a informar solo de la contingencia, que su intención no es manipular”.

 Es ahí donde aparece la mayor crítica al funcionamiento de la prensa, según plantea Carolyn Reyes. “Los medios carecen del sentido de responsabilidad social. ¿Por qué? No sé si no les interesa el tema o qué, pero no asumen que su papel no es solo informar, tienen un rol social. Piensa en los accidentes de tránsito y en el periodista que se acerca en vivo a las víctimas para preguntarles cómo se sienten… Ahí te das cuenta que la responsabilidad no está presente, la única preocupación es informar”.

Si bien este estudio se basó en publicaciones de hace algunos años, sus conclusiones siguen vigentes porque el escenario de los medios de comunicación no ha variado en demasía, sostiene la autora, quien además ha podido constatar esta realidad con sus alumnos de primer año, a quienes les pide realizar un trabajo similar siguiendo un tema determinado en diferentes medios de comunicación.

“En el primer semestre del 2015 pasó que todos escogieron como tema la delincuencia. Eso habla de que ellos tienen asumido que la delincuencia es el principal problema social, saben que van a encontrar noticias de delincuencia todos los días y en todos los medios. Pareciera que no hay más problemas y eso también se debe a una representación social. Si ellos piensan que el gran problema social es la delincuencia, es porque los medios de comunicación lo plantean así. Es un círculo vicioso. Lo peligroso de la representación social es que te crea tu realidad y tú al final vives en esa realidad”, resume.