La continuidad del legado de Joseph Ratzinger/ Benedicto XVI testimoniado por sus discípulos

La directora de Formación e Identidad, María Esther Gómez, participó en un emotivo encuentro como miembro del Nuevo Círculo de Discípulos en Roma.

La vida y la doctrina del Papa emérito Benedicto XVI sigue siendo motivo de encuentro y de reflexión, así lo vivieron en Roma del 21 al 24 de septiembre tanto los discípulos que estudiaron con él en su época de profesor universitario en Alemania, como el Nuevo Círculo de Discípulos, un grupo de teólogos y filósofos que han estudiado y estudian su obra y la dan a conocer.

Bajo el lema «Ser colaborador de la verdad. Transmitir al futuro la rica herencia del Papa Benedicto», se llevaron a cabo varias reuniones, conferencias, intercambios culturales, momentos de oración y un Simposio abierto al público que culminó el encuentro. Desde el 2011 la Directora nacional de Formación e Identidad, Esther Gómez, forma parte de este segundo grupo, gracias a su investigación sobre la libertad en este pensador, y por lo cual, participó activamente en el encuentro.

En el intercambio se puso de manifiesto la profunda humanidad y vida de fe del entonces profesor universitario, transmitido por uno de sus asistentes de su época en Tubinga, así como su compromiso con los estudiantes y sus procesos personales y sociales, esta vez en su última etapa universitaria en Ratisbona.

Las grandes líneas de su teología desfilaron en el Simposio del sábado 23 por la tarde de la mano de teólogos expertos y del Cardenal Kurt Koch, Prefecto del Dicasterio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos. El Simposio, transmitido en vivo (AQUÍ), abordó temáticas centrales de Ratzinger como la teología, la revelación, la Iglesia, la liturgia, la fe en la sociedad y la libertad, y finalizó con una entrevista al secretario personal de Ratzinger, Monseñor George Gänswein. El evento, originalmente en alemán, fue transmitido al mundo de lengua española con el apoyo en la traducción de Sara Gallardo, de la Universidad Católica de Ávila, y Esther Gómez, Directora de Formación e Identidad de la Universidad Santo Tomás, ambas doctoras en Filosofía.

La celebración de la Misa ante la tumba de san Pedro y la visita a las excavaciones circundantes fueron de gran significado espiritual, ya que permitió orar ante la tumba de Benedicto XVI, ubicada en las grutas vaticanas a unos metros de la del pescador de Galilea.

La directora nacional de Formación e Identidad, valoró positivamente esta experiencia de alto peso académico y, sobre todo, de un sentido humano y de fe por el ejemplo de vida y la riqueza y equilibrio en la doctrina del que es llamado en muchos ámbitos el padre de la Iglesia del siglo XX. “Roma tiene un significado especial para los católicos y cristianos en general, Pedro y Pablo dieron allí su vida y esa historia de 20 siglos es testigo del acontecimiento más crucial de la humanidad: el de un Dios que toma carne y, asumiendo el peso de la humanidad, rompe las barreras del odio con su entrega por amor y nos comunica su vida divina. Esa fue una de las intenciones más marcadas de Joseph Ratzinger sobre todo como Papa, volver a mostrar a este Dios cercano que nos cambia la vida, si lo aceptamos”, afirmó.

Asimismo indicó que “se han multiplicado las instancias sobre el legado de este gran hombre; queda aún el desafío de conocerlo más para valorar y sacar fruto de sus valiosas y profundas reflexiones, cosa que se hará en la institución en un formato de ciclo de conversatorios sobre el legado de Ratzinger y que da continuidad a la temática del XIX Congreso de Católicos y Vida Pública”.