Centro de Formación Técnica Santo Tomás avanza en retención estudiantil para asegurar la calidad en la educación

A través del Sistema de Apoyo Académico (SAAC) vinculado con la gestión de la retención del alumnado, la institución ha logrado disminuir los niveles de deserción.

De acuerdo con cifras del Servicio de Información de Educación Superior (SIES) del Ministerio de Educación que analizó el cohorte 2016 – 2017, la cifra de retención de los Centros de Formación Técnica a nivel nacional llegó a 68,1% al primer año. Si bien el informe muestra que la deserción de los estudiantes que ingresan a la educación superior ha ido bajando sostenidamente durante la última década, los planteles destinan gran parte de sus esfuerzos a aminorar este porcentaje.

Es el caso de Santo Tomás que hace pocas semanas presentó su modelo de acompañamiento estudiantil denominado “Educar para Transformar” diseñado para los estudiantes del Instituto Profesional (IP) y Centro de Formación Técnica (CFT). El modelo está definido como un sistema de formación técnico profesional articulado, centrado en alumnado y sus trayectorias, y enfocado en la calidad y pertinencia de la formación brindada a todos los estudiantes de las sedes de Arica a Punta Arenas.

Dicho modelo se enmarca en el proyecto institucional donde en el centro está el estudiante, dado que, de acuerdo con el sello tomista “la persona es el fundamento de los valores y de la educación”. Una consecuencia lógica de este sello es el imperativo de mejoramiento continuo de la calidad, que en el ámbito educativo se traduce en admisión, retención, progresión, satisfacción, titulación y empleabilidad; y en el de la gestión, se verifica en efectividad y eficiencia.

En efecto, desde su implementación, dicho modelo ha permitido alcanzar resultados progresivos, tanto en la formación académica y valórica, rendimiento, permanencia y egreso exitoso de sus estudiantes.

Modelo predictivo de deserción

Según el Vicerrector Académico del IP-CFT Santo Tomás, Juan Carlos Erdozáin, la deserción estudiantil se debe a un fenómeno multidimensional, en donde destacan factores de contexto, académicos, y de integración social e inclusión a las instituciones de educación superior.

En este sentido, entonces, es clave conocer el perfil de ingreso de los estudiantes. Según datos entregados por la Agencia de Calidad de la Educación, en los resultados del Simce 2017 aplicado a estudiantes de segundo medio, en el ámbito de la lectura un 48,7% se encuentra dentro de un estándar de aprendizaje insuficiente, mientras que en matemática esa cifra alcanza al 41,8%. A estas preocupantes cifras, se suman las publicadas por el SIES (Mineduc) realizado en 2017 que estimó que un 28,7% de los estudiantes de educación superior deserta al primer año, siendo algunas de las causas el bajo rendimiento académico, bajas calificaciones y por ende poca motivación, falta de preparación previa y poca compatibilidad de estudios y trabajo.

Para hacer frente a los índices de deserción de estudiantes en la educación superior, el Centro de Formación Técnica Santo Tomás, implementó en 2016 el Sistema de Apoyo Académico (SAAC) vinculado con la gestión de la retención estudiantil, y que en el período 2013-2018 experimentó en alumnos de primer año, un alza de 5, 2 puntos porcentuales.

El sistema funciona a partir de criterios de segmentación de alumnos y predictores de la deserción, junto con la implementación de acciones de intervención que se inician en la Semana Cero y continúan durante su primer año de estudio.

“Este es un proceso de aseguramiento de la calidad de largo plazo. Para nosotros, poder llegar a establecer patrones respecto de los estudiantes fue fundamental y esto desafió a la institución fuertemente a robustecer la información sobre los mismos y a promover la oportunidad de las intervenciones. La información oportuna nos sirve para tomar decisiones y trabajar al respecto”, señaló el Vicerrector Erdozáin.

Acciones de intervención

Entre las estrategias implementada por el plantel educacional para aumentar la retención estudiantil, se encuentra la ya mencionada Semana Cero, llevada a cabo desde 2012 en sus 22 sedes y que tiene por finalidad orientar, acoger y acompañar a los estudiantes nuevos en situaciones de estrés e incertidumbre propias del inicio en el camino de la educación superior. Por otro lado, para fortalecer al alumno y disminuir las brechas académicas existentes se ha incorporado dentro del currículo de las carreras ramos transversales de matemáticas y lenguaje y comunicación.

Otra iniciativa son sus Centros de Aprendizaje, presentes a nivel nacional que buscan contribuir a la mejora continua de los procesos de enseñanza-aprendizaje de los estudiantes, por medio de diversas acciones de apoyo académico complementario y de formación pedagógica.

Además, se destaca el reciente proyecto Mentoring que surgió en 2018 con el propósito de promover un seguimiento a los estudiantes de primer año, ofreciéndoles apoyo y orientación tanto en el ámbito académico, como personal, a fin de prevenir su deserción. Se suma a esto la Mentoría de Pares, un programa de apoyo para todos los estudiantes de primer año en situación de discapacidad que requieran un acompañamiento permanente durante su ingreso a la educación superior. 

“El objetivo del mentoring es reducir los niveles de deserción de los estudiantes de primer año que ingresan al mundo de la educación superior y se materializa a partir del nexo que se establece entre el estudiante de cuatro año que está en práctica y el alumno de primer año que presenta un alto riesgo de deserción detectado a partir del sistema SAAC”, Pamela Castro, Directora General Académica del IP-CFT Santo Tomás.

Por su parte, Libertad Olivares, estudiante del CFT Santo Tomás y mentora de pares, señaló que “es súper bueno este programa porque te crea más cercanía. Este sistema que te hace estar a la par, permite estar mucho más abierto a hacer más preguntas, a tener las respuestas. Lo encuentro muy bueno para el desarrollo del estudiante”.