¿Existe apoyo a la participación de la ciudadanía en Salud?
La interrogante no se plantea desde la conformación de leyes; claramente la Ley 20.500 sobre Asociaciones y Participación Ciudadana en la Gestión Pública, la Ley 19.937 que establece una nueva concepción de la Autoridad Sanitaria y el Decreto Supremo 136/04 del año 2005 emanados desde el propio Ministerio de Salud, se encargan de ello. El cuestionamiento que da origen a estas letras es más profundo, y quizás deba completarse con el contexto en el que se quiere desarrollar. Entonces, la pregunta completa es ¿Existe apoyo a la Participación de la Ciudadanía en Salud por parte del propio sector Salud?
Ese sí es un desafío actual: dar respuesta a ello requiere reunir actores, complementar argumentos, establecer filosofías de base en la formación curricular de profesionales y técnicos del sector Salud.
Participación de la Ciudadanía en Salud
¿Estamos preparados para apoyar la participación ciudadana? ¿sabemos cómo lograrlo? ¿estamos dispuestos a hacerlo?
La instancia está dada, solo se espera nuestra participación para entender a una comunidad que presenta necesidades que solo podremos cubrir a partir del trabajo intersectorial. La toma de decisiones políticas no puede ser restricto a un sector social o económico, deben ser tomadas desde las bases.
Estar preparados para la participación ciudadana significa escuchar desde quienes reciben las prestaciones de salud, conocer lo que ellos opinan de esta atención. Significa dialogar en cuanto a la relación asistencial abiertamente, con un lenguaje claro, objetivo y también subjetivo, pues las experiencias de la atención profesional o técnica son individuales y valiosas, pues finalmente resultan en la contribución en menor o mayor grado al estado más alto posible de salud de cada sujeto de atención.
La relación asistencial en sí plantea el desafío de exponernos, no solo como profesionales sino como personas. No se puede negar nuestra cultura, creencias, finalmente nuestra forma de vida, que influye en la entrega de cuidados. Es innegable que mientras más nos involucramos en la diacronía de la relación con la persona que requiere nuestra atención, sumamos experiencias positivas y negativas, estamos creando lazos, construyendo historia; en particular en la Atención Primaria de Salud, en donde formamos parte del ciclo vital individual y familiar. Somos fuente creíble y valorada en salud, necesitamos entregar a partir de allí las herramientas que le permitan a una persona, familia o comunidad expresar sus emociones, reconocer sus necesidades y enseñar a satisfacerlas en la medida de sus capacidades y uso adecuado de recursos. Este es el origen de la participación en salud.
Las leyes mencionadas al inicio de esta reflexión establecen la conformación de los Consejos Asesores Regionales (CAR) de las Secretarias Regionales Ministeriales de Salud, como apoyo en la toma de decisiones de esta autoridad de representación de la Subsecretaría de Salud Pública del Ministerio de Salud. Los CAR brindan la oportunidad de expresión de las personas organizadas en diversas agrupaciones sociales de opinar directamente sobre sus necesidades y expectativas en cuanto a Salud.
Profesionales, académicos, funcionarios del sector Salud deben estar visibles y contribuir con conocimientos y vivencias a la identificación de elementos protectores y de riesgo en salud. La comunidad merece ser escuchada, atendida y educada respecto de su autocuidado en salud. Apoyar la participación de la ciudadanía en salud, es salir y estar con quienes necesitan aquí y ahora una relación asistencial sincera, cálida y comprometida, en el pleno reconocimiento de las propias expectativas, miedos y anhelos que implica entregar prestaciones de salud en una sociedad activa y consciente de sus derechos.