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Medicina Veterinaria Santo Tomás conmemora el Día de la Rabia con operativos en Coronel y ConcepciónReserva Cognitiva: cómo mejorarla para el desarrollo de una vida saludable
Columna de opinión de la Profesora del Área de Neuropsicología del Centro de Investigación de Neuropsicología (CERNEP) de la Universidad de Almería, España, María Dolores Roldán, y una de las expositoras de JIIS 2019 que se realizará en la UST Talca el próximo 10 y 11 de octubre.
La reserva cognitiva es un término que se acuñó originalmente para explicar las diferencias sintomáticas y en el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer que presentaban diferentes individuos, y se basó fundamentalmente en buscar factores que contribuyesen a explicar esas diferencias.
En ese contexto surgieron distintas acepciones y términos, reserva cerebral o reserva neural, reserva cognitiva y más recientemente resiliencia cerebral y /o cognitiva. Y aunque este concepto comenzó asociado a las enfermedades neurodegenerativas, rápidamente comenzó a extenderse a otras afecciones del Sistema Nervioso Central (esclerosis múltiple, epilepsias), trastornos psicopatológicos (esquizofrenia o trastornos psicóticos) y recientemente al envejecimiento saludable, el manejo del estrés y en general al desarrollo de una vida cerebral sana.
Distintos han sido los factores que se han utilizado para definir ese concepto de reserva (y que a su vez han servido de forma de medida de dicha variable). Algunos autores piensan que está muy relacionada con el nivel educativo, el tipo de profesión, el nivel de lectura y otros autores (entre los que se encuentra nuestro grupo) considera que existe un peso importante relacionado con las actividades de la vida diaria y en concreto en diversos aspectos: los hobbies, las relaciones sociales, el manejo de nuevas tecnologías, la práctica musical, y el desarrollo de una actividad física.
Además apuntamos a la idea de que el momento más importante para desarrollar esa reserva cognitiva (o resiliencia cerebral) se forja en dos momentos de la vida: la infancia y la primera adultez. Es por eso que una de nuestras investigaciones en curso se basa en construir una escala para evaluar este aspecto desde los primeros años de vida tanto a padres como a los propios sujetos.
En mi intervención, me gustaría presentar los últimos datos sobre la relación entre la resiliencia cerebral y el manejo de dos tipos de situaciones “cold” (memoria semántica y extracción de información) y “hot” (manejo del estrés y el miedo) en tres grupos de sujetos, que consideramos presentan alta reserva: científicos, músicos y deportistas (runners, en concreto). En relación a las funciones cold, quisiera también presentar un nuevo software, llamado VR-HAT (Virtual Reality, High Demandig Almería Task) desarrollado por nuestro equipo para la evaluación del manejo de información.
María Dolores Roldán Tapia