Orientación vocacional y académica de los estudiantes de enseñanza media
La orientación vocacional y profesional de los estudiantes que hoy se encuentran ad portas de la educación superior supone uno de los más grandes desafíos para nuestra profesión, la psicopedagogía, ya que de ella dependen en gran medida los índices de retención en las diferentes casas de estudios en el futuro.
Pero ¿cómo comenzar un proceso de orientación vocacional? simple, primero que todo debemos enfocarnos en la etapa de ciclo vital en la que se encuentran, cabe precisar que la adolescencia es una de las etapas más complejas y de transición a la vida adulta, marcada por una serie de cambios físicos y psicológicos que repercutirán el resto de la vida.
Una de las decisiones más importantes de esta etapa, sin duda, es que carrera estudiarán, lo que provoca una gran ansiedad y temor por los riesgos a tomar decisiones poco acertadas e influenciadas por otras personas, por lo que el primer consejo es siempre enfocarse a aquellas áreas en las que se sientan más cómodos y generen motivación para el logro de los objetivos.
Generalmente, esta motivación y/o habilidad por un área específica del conocimiento se desarrolla durante la enseñanza media, ya que es un proceso que se da con el tiempo y que involucra una serie de mecanismos puestos en marcha para desarrollarse integralmente con las herramientas adquiridas desde la primera infancia.
Otro aspecto importante cuando se habla de orientación profesional es considerar toda la información necesaria que les ayudará a tomar la mejor decisión, teniendo en cuenta las variables tanto académicas como familiares, que es un aspecto muy importante a la hora de tomar una decisión tan trascendental como esta.
No debemos olvidar que según las estadísticas, se estima que la fuerza laboral al año 2025 estará compuesta en un 75% por la generación millennial, esto implica un cambio sustancial en la forma en la que esta generación se ha incorporado también al mundo del trabajo y cómo buscan nuevas opciones laborales de la mano del emprendimiento y la autogestión.
Por otra parte, de la generación z serán los estudiantes que tendremos que acompañar en este cambio de la orientación vocacional, donde todo gira en función de la tecnología, pero con un componente diferenciador, en la que las competencias laborales ya no demuestran por medio de un puesto trabajo físico, por el contrario, la flexibilidad laboral e incluso el teletrabajo son opciones mucho más atractivas para ellos.