Investigador UST participa en expedición destacada por la revista Science y consignada por The New York Times

El Dr. César Marín, investigador del Centro de Investigación e Innovación para el Cambio Climático UST, forma parte de la expedición de la Sociedad para la Protección de Redes Subterráneas en la zona sur del país, que busca establecer la distribución de los fungi micorrízicos.

Nuestro país fue destacado en la portada de la renombrada revista científica Sciencie en su versión de julio, como un lugar que sobresale por su diversidad para el crecimiento de hongos micorrícicos. La micorriza, que proviene de “mycos” (hongo) y “rhizos” (raíces), es la asociación simbiótica entre un hongo y la raíz de una planta. Ambos crecen en simbiosis y se benefician el uno del otro.

La portada se basa en el artículo “A fungal safari”, que relata una expedición en el sur de Chile de la Fundación Fungi junto a expertos de la Sociedad para la Protección de Redes Subterráneas (SPUN, por su sigla en inglés) en el Parque Nacional Villarrica y el Parque Nacional Alerce Costero, áreas silvestres protegidas. Cabe señalar que esta excursión científica, además fue consignada por The New York Times la semana pasada.

Portada Revista Science

La Sociedad para la Protección de Redes Subterráneas es una iniciativa fundada en noviembre de 2021, sin ánimo de lucro, que tiene como misión mapear comunidades de hongos en todo el mundo y abogar por la protección de los micorrízicos. Para ello, congrega a diversos científicos y científicas en micorrizas.

Uno de ellos es el Dr. César Marín, académico del Centro Ciicc de la UST, quien en el marco de esta investigación tiene el desafío de estudiar los sitios chilenos y su biodiversidad para el crecimiento de estos organismos.

“El objetivo es hacer un mapa global de los hongos micorrícicos, de su biodiversidad y su distribución. El fondo es de 3,5 millones de dólares y ellos harán un muestreo por todo el mundo, visitarán mínimo unos 40 países. Yo en particular, estoy involucrado en los sitios chilenos”, expresó el biólogo ambiental.

Mapear y predecir la diversidad

A través del mapeo global de estos organismos lo que se busca es -por medio de múltiples variables ecológicas- predecir dónde habría mayor o menor diversidad de este grupo de hongos, para que estos sean adoptados en proyectos y políticas de conservación. “Uno de los primeros objetivos es saber si esas predicciones con esos modelamientos se cumplen o no”, agregó Marín.

En este marco, SPUN declaró el sur de Chile como un potencial punto crítico de biodiversidad para los hongos micorrízicos y también como una de las regiones menos exploradas en cuanto a hongos del suelo. Furci, líder de la expedición a Chile y miembro de la junta asesora de SPUN, señaló en una entrevista a El Mercurio que en el muestreo chileno “vamos a encontrar pruebas de la existencia de montones de especies de hongo que probablemente no han sido colectados en su forma macroscópica”.

Respecto de la investigación en Chile uno de los propósitos es revisitar parcelas que fueron estudiadas hace siete años por el Dr. Marín para su tesis de doctorado, con el objetivo de analizar los cambios en términos de biodiversidad. “Queremos ver en esas mismas parcelas, y utilizando los mismos métodos de análisis de ADN del suelo, cuánto ha cambiado en el tiempo”, explicó el académico de la UST.

Por otro lado, el investigador señala que también el estudio pretende obtener muestras de un gradiente de edades de alerce. De esta manera, se establecerá de qué manera cambian las comunidades de los fungi micorrícicos que se asocian a este tipo de árboles y cómo la edad de estos afecta a este grupo de hongos. “Hice este muestro con un estudiante y un profesor, muestreamos desde árboles jóvenes de 20 años hasta árboles de unos 70, 100, 200, 300, 500 años, hasta llegar al alerce milenario que tiene más de 5.400 años”, apuntó el Dr. Marín.

Al consultarle por el impacto científico y social de esta investigación, el biólogo ambiental de la UST subraya la importancia de dar a conocer a nivel mundial lo que son los hongos, una micorriza o una simbiosis micorrícica y su relevancia biológica en la naturaleza.

“El sueño es que pase algo parecido a lo que pasa en Estonia, donde hay unos sitios que se han declarado áreas de conservación por su diversidad de hongos y bacterias del suelo. En Chile, en particular en Los Ríos, La Araucanía y Los Lagos, tenemos una biodiversidad de hongos impresionante.  Creo que hay que apuntar en un futuro a valorar la diversidad micológica, al punto de declarar áreas de conservación”, sostuvo.

Miembro Junta Directiva IMS

Recientemente el Dr. Marín fue nombrado miembro de la Junta Directiva de la “International Mycorrhiza Society” (IMS), organización que reúne a más de 500 expertos en el tema, y en la que además el académico se desempeña como Editor en Jefe de su boletín informativo desde el 2020. Este nombramiento se realizó durante el undécimo congreso de la mencionada sociedad internacional, que tuvo lugar en China en modalidad híbrida, y representa un reconocimiento a la trayectoria científica del investigador y a sus aportes en su ámbito de estudio.

César Marín es Doctor en Ciencias mención Ecología y Evolución de la Universidad Austral de Chile (2018) y Biólogo Ambiental de la Universidad Jorge Tadeo Lozano (2013). Realizó dos postdoctorados: uno en el Instituto de Botánica de la Academia Checa de Ciencias (2021) y otro en conjunto entre la Universidad de O`Higgins y la Pontificia Universidad Católica de Chile (2018-2020).  Durante su trayectoria académica, sus líneas de investigación se han orientado a la biodiversidad y funciones ecosistémicas del suelo; micorrizas, biodiversidad, funciones, y aplicaciones y biogeoquímica terrestre.