Vanessa Torrejón, Alumna Sello 2020: “La institución realmente te respalda por tu esfuerzo”

La estudiante de Técnico en Trabajo Social recibió este reconocimiento como una “maravillosa ayuda” para continuar sus estudios, sobre todo porque de ella dependen sus cuatro hijos.

“Para mí fue una experiencia maravillosa estudiar una carrera en Santo Tomás”, así Vanessa Torrejón (42) describe su paso por la educación superior, un desafío que en un momento pensó que sería muy difícil, puesto que después de muchos años de terminar la enseñanza media logró continuar con su formación profesional.

Sin embargo, logró cumplir sus metas y sobrepasarlas con creces, puesto que a inicio del año académico 2020 le comunicaron que había sido elegida como Alumna Sello del IP Santo Tomás, sede Ovalle. Un galardón que no solo premia su desempeño académico, sino que también la reconoce como una persona que encarna los valores tomasinos, y que además se traduce en un beneficio económico, con una beca que cubre el 100% del arancel del segundo año de su carrera.

Apoyo institucional

Cuando Vanessa optó por retomar sus estudios eligió la carrera de Técnico en Trabajo Social, puesto  que había vivido  situaciones personales muy duras, en las que, tanto ella como su familia, fueron vulnerados. “Encontré que era el momento preciso para iniciar un crecimiento más y decidí estudiar esta carrera porque me gustaba mucho, por haber sido víctima y sujeto de intervención social”, comenta.

Al mismo tiempo, la futura profesional cuenta que por su edad pensaba que le iba a costar estudiar, pero asegura que la institución le brindo todo el apoyo, a través del  Centro de Aprendizaje, la jefa de carrera, los docentes, el personal de la biblioteca.

 “Me dieron un apoyo tan bueno, que me llevaron a tener muy buenos resultados, así que para mí fue una experiencia maravillosa haber estudiado una carrera en Santo Tomás”, asegura.

Maternidad y formación profesional

Compatibilizar los estudios con el rol de madre de cuatro menores de edad, fue uno de los mayores desafíos que enfrentó Vanessa Torrejón, al inicio de su carrera, pero finalmente logró organizar todas sus tareas y cumplir con ellas.

“Mis horarios de estudio eran en las madrugadas o mucho más temprano, así pude  compatibilizarlos con ser mamá y también hacer algunos trabajos para tener sustento. Fui beneficiada con la beca Nuevo Milenio, pero  mi propósito fue tener muy buenas notas para  acceder a otro beneficio. Cuándo estaba pagando el segundo año de mi matrícula me enteré de que era Alumna Sello. Para mí eso fue una maravillosa ayuda porque tenía mi hija que iba a salir de cuarto medio, entonces uno ve que la institución realmente te respalda por tu esfuerzo”.

Pero además, Vanessa asumió durante dos años el rol de delegada de curso, un trabajo voluntario que le permitió desarrollar habilidades de liderazgo y fortalecer sus valores. Sobre todo en pandemia, pues a pesar de la distancia física, impuesta por las restricciones sanitarias, ella y sus compañeros de curso lograron mantenerse unidos, apoyarse y solidarizar con aquellos que tenían dificultades.

Por eso, agradece que el establecimiento de educación superior vea reflejados en ella los valores tomasinos. “Para mí fue un gozo que se visualice el trabajo que uno hace aparte de ser estudiante, de apoyar a los compañeros, un trabajo que realicé de todo corazón y que sea destacado por la institución, me siento muy agradecida, ya que a uno no sólo lo ven como un número académico,  en cuanto notas, sino que también la calidad de persona que uno entrega”.

Estudiar en pandemia

Durante el primer año de su carrera, Vanessa, que vive en Punitaqui, logró organizar sus tiempos de clases, estudios y trabajo ya que sus hijos asistían a clases presenciales e incluso dos se encontraban internadas en un colegio de Ovalle.

Pero el 2020 significó un nuevo reto, pues la crisis sanitaria obligó a todos a quedarse en casa con clases virtuales. Tuvieron que restructurar los espacios para estudiar y asistir a  las clases online. “Estábamos todos juntos 24/ 7 y los niños igual se estresan y como que nunca te levantas del escritorio”, comenta y agrega que para sobrellevar estas situaciones recibió apoyo de la psicóloga de Santo Tomás.

Al mismo tiempo, sostiene que recibir el Premio Sello, motivo a sus hijos a estudiar. “Para ellos es como un desafío, porque si la mamá puede ellos también. Todo se puede lograr y  no importa la edad, sólo falta la dedicación y mantener una buena actitud, no sólo con los profesores sino que con los compañeros también”, advierte.

Sueños por cumplir

El sueño más importante para Vanessa Torrejón es obtener la Licenciatura en Trabajo Social, un título que puede lograr si realiza la continuidad de estudios, primero en Servicio Social en el IP y luego en la Universidad Santo Tomás.

Pero por ahora, se dedicará a realizar su práctica laboral y luego a trabajar, puesto que su hija mayor debe ingresar a la educación superior durante el 2021 y debe organizar sus tiempos y sus recursos económicos.

Mientras tanto, seguirá puliendo las habilidades adquiridas en estos dos años de formación profesional, que se complementan con las competencias que obtuvo al desempeñarse como delegada de su carrera, y  que antes no tenía, como trabajar en equipo.

“Ese es un plus diferente, Santo Tomás me abrió la puerta para poder estudiar, logré hacerlo a pesar de la edad, a pesar de que soy madre y las obligaciones económicas que conlleva eso. Pero también hice cursos paralelos para especializarme en temas de vulneración de derechos de la infancia y la gran meta que tengo es especializarme en reparación del abuso sexual infantil”, concluye.