Daniela Caneo (21), estudiante sorda de Técnico en Veterinaria

«Quiero ayudar a las personas sordas como yo»

Con el apoyo de su familia y del programa de inclusión del establecimiento de educación superior en el que se matriculó, Daniela espera cumplir con su sueño de aprender y trabajar en el futuro en una veterinaria, para ayudar a los animales y a las personas sordas.

Hace dos años llegaron a vivir a Punitaqui, desde Olmúe, Daniela Caneo (21) y su hermana Jenifer (26). Ambas llegaron a la comuna de los molimos, porque su madre vive allí hace 12 años. Poco a poco se han ido acostumbrando a vivir en el Limarí y han visto este cambio como una posibilidad de acceder a nuevas oportunidades, como, por ejemplo, ingresar a la educación superior.

Una decisión, sin duda, importante, y que para Daniela representa un gran desafío, pues su meta es ser Técnico en Veterinaria, para ayudar a los animales, pero sobre todo a personas sordas, iguales a ella.

Por esto, hace un par de meses, cuando su hermana Jenifer decidió continuar sus estudios y se matriculó en Ovalle, en el IP-CFT Santo Tomás, ella se motivó a seguir sus pasos, al saber que la institución cuenta con una política de inclusión para estudiantes con necesidades educativas especiales.

“Ella siempre ha querido seguir estudiando, pero como no estaba el tema de la inclusión le costó y nosotros la cuidamos mucho y nos ha costado soltarla y que se incluya al mundo”, comenta Jenifer, quien dice además que ahora “ella ya está más grande y es algo que le va a servir. Al principio no sabía muy bien que estudiar y se decidió por la carrera de Técnico en Veterinaria”.

Luego de estar en un colegio especial durante cinco años, Daniela se cambió a un centro de educación integrada para adultos, en donde pudo cursar su enseñanza media y egresar de cuarto medio hace dos años.

“Como yo iba a estudiar acá, Técnico en Educación Especial, y para que estuviéramos juntas, decidimos entrar a Santo Tomás”, cuenta Jenifer, quien ha acompañado a su hermana en las actividades de bienvenida a los nuevos estudiantes que ingresaron este año a la institución, recalcando que “ella siempre ha sido super sociable y se adapta super bien a las personas”.

A través de la lengua de señas y gracias a Jenifer como intérprete, Daniela dice que le “gusta la carrera, quiero aprender, quiero ser a futuro veterinaria, me gustan los animales y quiero ayudar a las personas sordas”. “Me pareció bien el recibimiento en Santo Tomás porque hay respeto”.

En tanto, Jenifer, quien es Técnico en Educación de Párvulos, dice que su objetivo es “seguir avanzando profesionalmente para llegar a ser una educadora; ya no están aceptando el técnico de colegio y por eso quiero seguir estudiando”.

Comunicación entre hermanas

Ambas hermanas, con los años han aprendido a comunicarse, al inició lo hacían con señas básicas, pero desde que Daniela empezó a ir al colegio y tener una intérprete, en su familia pudieron aprender algo más de la lengua de señas.

“Yo sé algunas cosas en señas, porque la intérprete que tenía en el colegio me enseñó un poco y ella también me ha enseñado, pero no me sé todas las señas y nos comunicamos cuando modulamos y con el abecedario en el lenguaje de señas”.

“Estudié en el colegio Técnico profesional en Párvulos, trabajé cuatro años y me quiero seguir perfeccionando en el área porque me gustó”. (Jenifer Caneo)

Política de Inclusión

Orlando Aguilera, docente y director del Centro de Aprendizaje de Santo Tomás, Ovalle, se refirió a las acciones que realiza el establecimiento para acompañar en el aprendizaje a los estudiantes, que como Daniela, tiene necesidades educativas especiales.

“A través de la dirección académica se gestiona la contratación de un intérprete, en este caso de Lengua de Señas, que acompaña al estudiante, va con él o ella a las clases, se le asigna también un tiempo para que pueda trabajar en una tutoría fuera del horario de clases”.

Este año, según comentó el docente, «para poder brindar efectivamente una educación inclusiva a nuestras dos estudiantes de Técnico en Veterinaria y Técnico en Educación Especial, quienes enfrentan barreras de acceso a la comunicación; tuvimos la dificultad de encontrar intérpretes en lengua de señas presenciales y comenzamos trabajando en el apoyo interpretativo a través de la empresa nacional Red Apis, la que nos brindó una intérprete on-line y otra presencial».

Pero, a partir del mes de mayo, «gracias a la gestión institucional, comenzamos a trabajar con dos intérpretes presenciales, residentes en nuestra ciudad, con la finalidad de mejorar el servicio en aula a través del soporte humano que permite el vínculo presencial».