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Internos de Kinesiología UST apoyaron habilitación de Hospital de Campaña en Los ÁngelesInternos de enfermería puertomontinos se suman a la primera línea en clínica de la Región Metropolitana
Producto de la Pandemia y a solicitud del Ministerio, estudiantes de diferentes carreras del área de salud han sido contratados.
Cinco estudiantes de quinto año en su calidad de Internos de la carrera de Enfermería UST de sede Puerto Montt se encuentran ya trabajando de manera remunerada en la Clínica Vespucio de Santiago. De acuerdo con lo señalado por su directora de carrera, Carmen Luz Muñoz, ellos fueron solicitados directamente desde esta clínica debido a la contingencia; “se van en calidad de trabajadores, pero como el Ministerio solicitó a las universidades apoyar en esta situación, a ellos se les reconocerán hasta el 50% de sus horas cuando regresen y retomen sus Internados en Puerto Montt”.
Muñoz destaca que, desde el inicio de la Pandemia, Universidad Santo Tomás, a través de sus estudiantes de Enfermería, Kinesiología y Tecnología Médica ha estado a disposición de la situación sanitaria; “específicamente el MINSAL autorizó la contratación de estudiantes de diferentes carreras y para Enfermería de 9° y 10° nivel, con el objetivo de estar en la primera línea de atención. En ese contexto en todo Chile nuestros estudiantes han estado presentes, siendo contratados como funcionarios de Salud en diferentes sectores y han podido vivenciar desde su experiencia la ayuda, apoyo, gestión del cuidado a la ciudadanía chilena en estos momentos difíciles”.
“Se pone a prueba el lado humano de la enfermería”
Para uno de los internos, el estudiante puertomontino Felipe Vargas este ha sido un gran desafío ya que es exponerse de manera directa a la acción de este virus; “no era tanto el miedo contagiarse, sino el ver el sufrimiento de las personas que están contagiadas, el aislamiento que tienen de ver sus familiares pone a prueba el lado humano de la enfermería y muestra lo mejor de uno como persona”.
El joven de 28 años comenta que el miedo más grande fue la soledad; “llegamos a una ciudad distinta, donde el ritmo es diferente, no conocer a nadie, dejar tu familia atrás, fue eso lo que más miedo me dio, el que le pasara algo a mi familia y yo estuviese lejos y no poder estar ahí”.
El futuro enfermero comenta finalmente que el ámbito laboral esta ha sido una experiencia excelente ya que sus colegas tienen mucha disposición a ayudarlos y existe bastante trabajo en equipo.
“Muchas veces me da pena por los pacientes que lloran por perdidas de sus familiares, el extrañar a los suyos, así que hay que usar la psicología para seguir luchando y no darnos por vencidos”, concluyó.
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