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La historia de sacrificio y resiliencia del egresado ganador del “Premio Santo Tomás” en Viña del MarEstudiante de Kinesiología UST Santiago compite en Mundial de Corea
El clavadista Diego Carquín va por su cuarta participación en la máxima competencia de deportes acuáticos del planeta, luego de China, Rusia y Hungría.
“Mi objetivo principal es estar entre los mejores del mundo”. Así se claro. El clavadista Diego Carquín, estudiante de la carrera de Kinesiología de la Universidad Santo Tomás Santiago, va rumbo a la ciudad de Gwangju, Corea del Sur, para disputar su cuarto Mundial de Deportes Acuáticos.
La confianza la tiene y lo recalca: “Me siento en mi mejor momento deportivo. Vamos a tratar de hacer mi mejor marca histórica y mi mejor participación histórica en mundial”. No es tarea fácil, ya que deberá enfrentar “a más de 65 competidores y a los mejores del mundo. Es un desafío muy grande”.
Participará en tres competencias: Trampolín de un metro, trampolín de tres metros individual y tres metros sincronizado. Este último junto a Donato Neglia, estudiante de la carrera de Preparador Físico en el Instituto Profesional Santo Tomás Santiago Centro. Es decir, dos tomasinos en competencia. Un lujo.
Complemento: Estudio y deporte
Diego ya cursa cuarto año de la carrera de Kinesiología y siempre ha sido un agradecido de sus profesores y autoridades de la UST Santiago.
“Se han portado un 7. La verdad es que solo tengo palabras de agradecimiento. Gracias a la escuela de Kinesiología he podido llegar a mi mejor rendimiento deportivo y mi mejor rendimiento académico”, afirma.
Cuenta que le costaba imaginar que el estudio y el deporte de alto rendimiento “podían ser tan complementarios. Cuando me decían ‘o estudias o entrenas’, entendía que cada una afectaba a la otra. Pero, el enfoque que le dio el profesor Gerardo Oyarzún (jefe de carrera) fue otro. Siempre fue un convencido de que esto me potenciaba, que todas mis habilidades deportivas se podían ver potenciadas por todo lo que podía aprender en la carrera de Kinesiología”.
“Cuando el jefe de carrera, el director y los profesores tienen esta visión, confiando en que mi trabajo como deportista de alto rendimiento y como estudiante universitario son completamente complementarios, sacan lo mejor de mí. Me han empoderado de las habilidades del deporte y aplicarlas en la vida universitaria. Han sido claves en mi proceso de formación”, complementa Diego.