Alumnos Premio Sello Santo Tomás Viña del Mar: entre el asombro, la humildad y la motivación

“Nos citaron a una reunión con el rector, pero no nos dijeron nada más. Sólo que era por algo positivo, que no nos asustáramos”. Madai Gómez, Constanza Olivares y Raúl Silva recuerdan así los días previos a la entrega del “Premio Sello 2021”, que los tres recibieron como representantes de los valores tomasinos. Y la reunión no hizo más que prolongar el suspenso, porque sólo después de varios minutos las autoridades institucionales les revelaron el verdadero motivo de la cita.

“Nos empezaron a decir nuestras virtudes, que destacábamos por sobre el resto, pero pensamos que era para ofrecernos un curso o una ayudantía. Jamás imaginamos el premio y la beca (que los exime del pago de arancel por este año)”, coinciden los tres, minutos después de terminar el encuentro con el rector Daniel Olivares; la directora de Asuntos Estudiantiles, Loreto Caviedes; el director de Formación e Identidad, Pedro Mayorga; y los directores académicos Raúl Montes de Oca (IP-CFT) e Iván Veyl (UST).

Madai Gómez, alumna de Psicopedagogía (IP), dice que la noticia fue “sorprendente, ser Sello Santo Tomás es algo grande, que te elijan a ti entre todos los estudiantes es sorprendente. Y lo de la beca es un alivio porque la plata siempre ha sido tema. El año pasado pagué las mensualidades con el IFE y ahora estaba pensando trabajar en el verano, pero tenía que ver cómo lo hacía con mi hijo, porque soy mamá soltera. Este año me toca titularme, entonces es un alivio económico no pagar porque era un esfuerzo de todos los meses”.

Constanza Olivares, quien estudia Trabajo Social (UST), agrega que “el premio es como un orgullo personal porque uno no hace las cosas esperando un reconocimiento. El tema económico también es un alivio, yo trabajo con mis padres, entonces dependo de ellos y esto me ayudará harto. Un año sin pagar es una gran noticia, pero yo creo que el verdadero premio es ser alumno sello”.

Por su parte, Raúl Silva, alumno de Laboratorista Dental (CFT), reconoce que “no me lo esperaba. La verdad se hace pesado estar viviendo solo (es de San Felipe) y todas esas cosas, entonces que te apoyen en la parte económica es un alivio grande, dan más ganas de seguir ayudando a los compañeros, motivarlos para que quizás ellos sean alumno sello el próximo año. De verdad esto fue inesperado”.

Ayudar sin esperar recompensa

Algo que también les llamó la atención fue que las autoridades de la institución enumeraron las virtudes que los hacían acreedores del “Premio Sello 2021”. “Yo pensaba hartas cosas mientras los escuchaba, que quizás nos iban a dar un premio al esfuerzo, pero no algo tan grande. A mí me gusta ayudar, pero lo hago de corazón, porque me sale de adentro, no para que la gente lo vea”, señala Raúl.

Constanza cree que esto sirve para “creernos el cuento, de que si estamos acá es por algo y que debemos seguir siendo así. Sobre las virtudes, también habla bien del trabajo que hicieron nuestros papás con nosotros. Afuera se habla mucho de la frialdad del mundo universitario, yo tengo apenas 19 años, entonces venía con otras expectativas y acá me encontré con un mundo muy distinto porque siento que es verdad que somos una comunidad, como una familia”.

Para cerrar, Madai acota que “uno no piensa que lo van a reconocer por lo que hace, a mí me nace ayudar, opinar en clases o incentivar a que los demás compañeros también participen. Con la pandemia como que se perdió algo de eso, pero ahora que pudimos volver a vernos, fue un verdadero respiro”.