Alumna de Preparador Físico gana dos medallas en fecha del Circuito Nacional de Sup Race en Valdivia

Catalina González, estudiante de primer año en la sede Viña del Mar, obtuvo el tercer lugar en las competencias de 10K y Sprint.

Comenzó haciendo surf y casi sin darse cuenta cambió al Stand Up Paddle (Sup), disciplina en la que lleva alrededor de un año y que le ha entregado excelentes resultados en muy poco tiempo. Se trata de Catalina González, alumna de primer año de Preparador Físico en Santo Tomás Viña del Mar, quien acaba de obtener dos medallas de bronce en la tercera fecha del Circuito Nacional de SUP y Longboard “Sup Race Valdivia 2019” que se disputó en el río Calle Calle.

La joven tomasina ocupó el tercer lugar en la prueba de 10K y la misma posición en Sprint, competencia de velocidad en la que se recorren solo 200 metros. A pesar del largo viaje, fue un fin de semana redondo para ella, ya que justo ese domingo cumplía 20 años de edad.

“Yo partí surfeando a los 13 años, pero vivía en Santiago y solo podía ir a la playa los fines de semana. Nunca competí, solo lo hacía por recreación, pero cuando salí de cuarto medio me vine a vivir a Concón. Empecé a averiguar, encontré una escuela donde ahora hago clases y cuando compito lo hago por el club Brutal Sports. La verdad es que de a poco me fui pasando al Sup Race, que es como una derivación del surf que en Chile recién se está dando a conocer”, explica.

Respecto a sus buenos resultados, reconoce que no tiene una explicación: “yo digo que soy pura mente y corazón porque ni siquiera me cuidaba mucho con las comidas, ahora recién estoy trabajando con una nutricionista. Pero es verdad que me ha ido bien, de hecho, nunca fui amateur, siempre competí en elite. Mi primera competencia fue al tiro en el circuito nacional, donde todas mis rivales tenían tablas rapidísimas y yo iba con una inflable… salí quinta, última en la categoría, pero terminé la carrera”.

Catalina agrega que, además de la inexperiencia, su edad es otra desventaja porque “soy la más chica en la categoría elite. Las otras tienen 28, 30 hasta 40 años y son secas. Yo recién estoy partiendo en esto, entonces doy ventaja en ese sentido”. De su deporte, explica que la gran característica es que se trata de un “deporte mental”. “En Chile la mayoría de las competencias son de entre seis y 10 kilómetros. Cuando se te acaban las fuerzas para remar, todo se vuelve mental. Si estas cansada, lo único que piensas es que tienes que terminar la carrera. A mí me pasa cuando hago más de ocho kilómetros, ahí ya se me van las fuerzas y todo es psicológico”, asegura.

 Frutos secos en Limonares

Catalina es un rostro conocido en Santo Tomás porque en sus ratos libres recorre la sede Limonares vendiendo frutos secos. Las ganancias que obtiene le permiten cubrir sus gastos deportivos y también ayudar a su familia. “Mi rutina de todos los días es ir a clases y apenas tengo una ventana libre, me pongo a vender. Termino acá, almuerzo en mi casa y me voy a entrenar”, dice.

Su espíritu emprendedor viene de hace tiempo, recuerda. “Siempre he vendido cosas. Cuando estaba en cuarto medio vendía sandwiches integrales. Vendía 20 al día, así que no ganaba poco, eso me servía para mis gastos, me pagaba mis cosas y ayudaba a mi mamá. Este año cambié porque me demoraba mucho haciendo sándwiches y ya no tengo tanto tiempo, así que pensé en algo que fuera igual de saludable y llegué a los frutos secos. Son de una empresa que se llama Piwén, mi papá me los trae de Santiago”, explica.

A eso agrega las clases de surf que ofrece en Concón y que también le significan un ingreso adicional. De todos modos, está siempre alerta ante la posibilidad de sumar auspicios pues su sueño es competir en el extranjero. “Acá el Sup Race está muy en pañales, no creo que nadie de Chile pueda decir que está al nivel de las mejores del mundo, así que me gustaría ir a competir afuera”, finaliza.