«Según el Fondo de Población de las Naciones Unidas, la saturación sanitaria está llevando a los sistemas de salud a redirigir los recursos de los servicios de salud sexual y reproductiva, limitando el acceso a la planificación familiar; lo que supone un riesgo fundamental para las mujeres, quienes siguen necesitando acceso a métodos contraceptivos y a tratamiento de infecciones de transmisión sexual».

De esto trata la columna de Michelle Salazar, Jefe de Carrera de Técnico en Enfermería Gineco-Obstétrica y Neonatal del CFT Santo Tomás Puente Alto, publicada en el diario Crónica Chillán.

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