Panel discutió la solidaridad y fraternidad con la mirada de San Alberto Hurtado

Cuatro expositores compartieron con los trabajadores de Santo Tomás Rancagua en torno al tema que este año busca resaltar los valores institucionales, inspirados en el santo sacerdote chileno.

Cada año, las instituciones Santo Tomás se enfocan en resaltar uno de sus valores institucionales, al alero de una figura reconocida. Este “Tema Sello” durante el 2022 es la solidaridad y fraternidad, de la mano del Padre Alberto Hurtado.

La Dirección de Formación e Identidad de Santo Tomás Rancagua convocó a los trabajadores de la sede para acercarse a la figura del sacerdote desde cuatro enfoques presentados por diversos expositores. La jornada comenzó con el Capellán, Padre Robinson Piña, quien realizó una revisión de los hitos en la vida de Hurtado y sus frases más célebres: “El ‘Dar hasta que duela’ no es sólo meter la mano a los bolsillos, es un dolor que provoca una satisfacción, porque cuando renuncio por amor a las cosas, esto me deja en paz absoluta”, explicó el Padre Robinson e invitó a los presentes a animarse a realizarlo, sin tener miedo.

Por su parte, el asistente social y docente Osvaldo Arriaza se centró en el carácter polémico de San Alberto Hurtado, en base a su libro de 1941, ¿Es Chile un país católico?», que tuvo como antecedente el escrito de 1936, “La crisis sacerdotal en Chile». “Su análisis nos sigue interpelando y desafiando hoy y mira la sociedad con un sentido de escándalo por lo que estamos viviendo”, señaló el expositor.

La psicóloga y docente Romina Guzmán presentó el lado B del «Dar hasta que duela», popular frase del Padre Hurtado, planteando que él tendría el Síndrome del Salvador: “Son personas que viven siempre ocupándose y preocupándose de los demás, incluso llegan a posponer las propias necesidades por los demás”, señaló y advirtió que esto genera un daño para la persona y para los otros: “Si no estamos bien, no podemos entregar ayuda como corresponde.

Para cerrar, el asistente social Osvaldo Galaz se centró en la solidaridad y fraternidad: “El acto más hermoso que podemos hacer con otro es hacerle entender que estamos en un mismo nivel de dignidad”, fue el mensaje que compartió con los trabajadores de Santo Tomás Rancagua.