Marcela Gómez, Directora de OVISNOVA: «La finalidad es darle un sello a las artesanas que son tejedoras históricas de la sexta región»

La propuesta «Transferencia Sello Merino para la Ruta Textil» obtuvo la adjudicación del Fondo de Innovación para la Competitividad (FIC) y tiene por finalidad conservar el valor de las ovejas merinas mediante el trabajo de agricultores y artesanas de la región.   

Rescatar el valor patrimonial de la raza ovina merina en la Región de O’Higgins. Tras ese objetivo y motivación, el Centro de Innovación y Desarrollo para el Ovino del Secano de la Universidad Santo Tomás, OVISNOVA, se adjudicó recientemente el Fondo de Innovación para la Competitividad (FIC) a través de su proyecto Transferencia Sello Merino para la Ruta Textil. Según Marcela Gómez, médico veterinaria, directora de OVISNOVA, y encargada de la iniciativa, la propuesta surgió a partir de la necesidad de preservar los animales merinos, una de las razas más antiguas de la región, mediante un mejoramiento del producto y el trabajo en conjunto de los productores y las artesanas de la zona.

El sello merino

En concreto, el proyecto tiene como finalidad recobrar el valor productivo de estos ovinos a través de la venta de la lana a las artesanas de la sexta región, vinculándolo a su vez, al proyecto Capital Humano para la Ruta Textil, iniciativa también impulsada por OVISNOVA. Así, según cuenta la directora, la cadena comienza por los agricultores y el mejoramiento de sus animales desde el punto de vista genético de producción de lana. Posteriormente, el producto es comercializado a las artesanas generándose así una alianza muy virtuosa para ambos grupos. “De esta forma, estamos uniendo el trabajar la lana de este animal merino, a través de la utilización, por parte de las artesanas, de una lana más fina que les permitirá elaborar otro tipo de prendas”.

Así, según Gómez, a la labor de las tradicionales tejedoras de la región se le sumará nuevas características y particularidades: el sello merino.

“La lana merino es una lana muy fina que sirve incluso para hacer ropa de bebé. Entonces la finalidad es darle un sello a las artesanas que son tejedoras históricas de la sexta región, con un producto que es más fino”, señaló Gómez.

El proyecto tiene una duración de tres años, iniciándose el 2017. Entre las próximas líneas de acción, Gómez, explica que inicialmente se debe hacer un catastro de la cantidad de productores de lana merino que actualmente se encuentran en la región, para luego comenzar un programa de trabajo con los agricultores en las ovejerías.

Finalmente, Gómez, señala que el proyecto incluye la alianza con las escuelas de Santo Tomás para que estudiantes de pre y postgrado participen en el trabajo en los rebaños.