Titulada de Ingeniería Civil Industrial de UST Santiago encontró la solución para reciclar colchones

Investigación de Ana María Jiménez para su Proyecto de Tesis arrojó importante información sobre este problema en las calles de Santiago. Asimismo, desarrolló WebApp para su reciclaje y tratamiento de sus componentes, lo que permitirá aplicar estrategia de Economía Circular y proceso de Logística Inversa.  

No es raro ver colchones botados en la vía pública, abandonados a su suerte por los dueños, quienes no cuentan con soluciones para su retiro. Algunas comunas cuentan con alternativas para deshacerse de ellos, pero finalmente el producto termina en un vertedero con gran impacto en el medio ambiente. Este fue el problema que detectó Ana María Jiménez, hoy Ingeniera Civil Industrial de la Universidad Santo Tomás Santiago, quien lo investigó en su Proyecto de Tesis y, finalmente, encontró una solución para su reciclaje.

“Simulación de un modelo de gestión de recuperación del colchón como residuo voluminoso”, llevó por nombre su trabajo, el cual fue aprobado con nota 6,9 por la Comisión Evaluadora de la Facultad de Ingeniería de la UST.

“Apuntamos a desarrollar una economía sustentable, que no solo ayude al medio ambiente, sino que a las personas a tener una mejor calidad de vida y también en lo económico”.

Un modelo que permita resolver los inconvenientes que genera el proceso de recolección del colchón como residuo voluminoso cuando termina su vida útil. Además, se enfoca en el posterior tratamiento de sus componentes. En otras palabras: Economía Circular. También considera el desarrollo de un prototipo de software o WebApp responsiva multidispositivo a nivel de diseño y funcionalidad que apoya cada etapa del proyecto”, detalló Ana María.

Según la Ingeniera Civil Industrial tomasina, el modelo “funciona como una especie de UBER del colchón, es decir, a través de una aplicación que tiene diversos usuarios asociados. Cualquier persona que esté inscrita puede retirar del lugar indicado por la WebApp y entregar el residuo en el centro de acopio, el cual será retribuido de forma monetaria de acuerdo al estado del colchón”.

El problema del colchón

Para desarrollar su proyecto, Ana María Jiménez tuvo que realizar una investigación en diversas municipalidades para, finalmente, centrarse en la comuna de Santiago, porque “no hay proceso de reciclaje alguno para los colchones. Solo hay algunas iniciativas que incentivan la donación de los que estén en buen estado para su reutilización. Y por otro lado, para las marcas de colchones es un tremendo costo su reciclaje”.

A raíz de esta falta de información, sostuvo que tuvo “que hacer una investigación, por lo menos, con unas 10 a 15 municipalidades más, como Peñalolén, La Pintana, Las Condes, Independencia, San Bernardo, entre otras. Fueron muchas municipalidades las que me ayudaron con sus procesos para saber lo que se hacía en otro lado, como referencia, lo cual apliqué después en Santiago. Necesitaba saber cantidades. El colchón es un tremendo problema para la municipalidad”.

De acuerdo a la información que le brindó el Departamento de Aseo y Ornato, y el Departamento Medioambiental de la Municipalidad de Santiago, solo el año 2018 fueron 25.000 colchones los que alcanzaron a recoger. “Ese número es el que alcanzaron a registrar, es decir que la cifra puede ser aún mayor”, precisó.

Apoyo constante

Tanto en su paso por la Carrera de Ingeniería Civil Industrial de la UST Santiago, como en su proyecto final de tesis, Ana María sintió el apoyo de profesores, administrativos y autoridades académicas.

“La universidad es un gran apoyo. Tuvimos excelentes profesores en nuestra carrera. Todos saben de muchas especialidades y temas, y podemos contar con ellos sin problema alguno”.

Asimismo, tuvo palabras de agradecimiento para su profesor guía, que fue fundamental en su proyecto. “Rodrigo Barraza me ayudó mucho en todo y me empujó a sacar este proyecto adelante. A no bajar los brazos. Fueron seis meses de arduo trabajo. Feliz de que me hayan felicitado en la comisión, incluido el Decano Juan José Negroni, quienes me evaluaron muy bien”, agregó.

Finalmente, destacó que “el Jefe de Carrera, René Muñoz, estuvo siempre ayudándonos. El profesor Luis Yáñez, el Decano Negroni, todos nos apoyaron siempre. También de las otras carreras, los profesores de Geología e Ingeniería Civil en Minas, quienes también me ayudaron. Agradecimientos totales a la Universidad Santo Tomás y a la Escuela de Ingeniería Civil Industrial”.