Francisco Goycolea el tomasino que triunfa en Nueva Zelanda

Francisco, quien lleva cerca de tres años y medio viviendo allí, nos cuenta como ha sido su experiencia de vivir en otro continente y además, como proyecta su futuro ahora que reside en el país oceánico en donde ya ha trabajado en varios restaurantes importantes.

Rumbo al éxito

¿Cómo se da esta opción de ir al extranjero?

Bueno, yo ya llevo viviendo en Nueva Zelanda tres años y medio. Lo que me motivó a irme de Chile fue la idea de conocer una parte diferente del mundo, poder aprender y hablar otro idioma y conocer otra cultura; cosa que siempre me ha llamado la atención.

¿Cómo se vive en Nueva Zelanda?

Es un país hermoso, donde se vive con una muy buena calidad de vida y lo mejor de todo, es un lugar donde uno puede crecer mucho como Chef y como persona. La gente aquí en general ama a los chilenos, ya que somos muy bien mirados en cuanto al ámbito laboral ya que dicen que somos buenos para trabajar.

¿Qué te ha parecido el ambiente gastronómico de allá?

La gastronomía aquí es muy buena ya que hay muchas culturas distintas y eso te hace aprender siempre cosas nuevas en todo ámbito.

¿Hasta cuando te proyectas viviendo en Nueva Zelanda?

Yo me quedaría para siempre. El nivel de mi carrera ha mejorado mucho aquí y además tengo a mi novia que es de acá. Amo Chile, tengo a mi familia allá y obviamente que uno extraña, los amigos, el barrio y lo típico de Chile, pero me atrevo a decir que mi vida está aquí en Nueva Zelanda.

¿Qué valor tuvo tu formación como en Santo Tomás para desempeñarte en el extranjero?

La formación que recibí en Santo Tomás fue muy buena, ya que me dio todas las herramientas necesarias para poder desempeñarme como gran profesional en mi carrera de Chef. Durante los años de carrera, siempre tuve una actualización constante.

¿Algún mensaje para quienes quieran lograr lo mismo que tu?

El mensaje que les doy a las futuras generaciones es que aprovechen su estadía en Santo Tomás, que les estrujen el cerebro –como se dice- a sus profesores, chefs e instructores para así tener el máximo de conocimiento. Ser Chef es un poco duro, ya que muchas veces nos perdemos las típicas fechas familiares, navidad, año nuevo, etc. Pero créanme que al final de este largo camino, vale la pena el sacrificio.