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«Hay que aprovechar los procesos de enseñanza»Álvaro Tello, Ing. Informático: “Quien estudie Informática o Analista Programador tiene todas las de ganar en esta nueva era tecnológica”
El joven profesional formó parte del equipo que desarrolló una aplicación para el parque de entretenciones Fantasilandia y con su experiencia laboral asegura que se necesitan muchos profesionales en el área informática.
Hace cuatro años Álvaro Tello Valenzuela (28) emprendió un viaje desde Ovalle a Valparaíso, con la intención de realizar su práctica profesional como Ingeniero Informático, luego de egresar del IP Santo Tomás sede Ovalle. Llegó a la ciudad puerto a ciegas, sin conocerla y sin contactos, por lo que se aventuró a buscar a través de Google, un lugar para hacerla.
Los resultados le arrojaron tres opciones, siendo la última la empresa Innervycs en donde lo recibieron y en la que ya lleva cuatro años aportando con su trabajo. Para él, todo este tiempo ha sido de un “crecimiento gigantesco” en lo profesional, en el que “todo el esfuerzo, las pocas horas de sueño y las ganas” que le puso, rindieron más frutos de lo que esperaba, por lo que asegura que le alegra llevar consigo la frase característica de Santo Tomás, “Tú puedes”.
Muy apasionado por su trabajo, transmite a quien habla con él todas sus motivaciones para desempeñarse en el área tecnológica, y sobre a todo, a quienes aún están por tomar la decisión de qué estudiar, a ellos les dice que “pueden ser protagonistas en la creación de una nueva experiencia, en una época donde la tecnología está presente en cada rincón de nuestras vidas”.
¿Por qué elegiste estudiar la carrera de Analista Programador?
La carrera fue algo premeditado, cuando era pequeño participaba de un pequeño diario que armamos en el colegio, estaba a cargo de las noticias de tecnología, además me gustaba mucho la computación, así que fue la carrera con más feeling que había en la ciudad.
Me titulé el 2013 y estudié la continuidad en Ingeniería Informática el 2014, hice mi práctica de Analista en La Serena, en la Dirección Regional del Servicio Salud Coquimbo.
¿Por qué decidiste hacer la continuidad?
Sentí que era una oportunidad para potenciar mis conocimientos, poder ofrecer un perfil profesional más completo y de en algún futuro liderar equipos de trabajo. Además, porque se habilitó por primera vez en Ovalle, y en ese entonces trabajaba para la Municipalidad de Río Hurtado, así que complementé mi trabajo con estudios en vespertino.
¿Trabajabas como Analista?
Era un perfil un poco más completo, no solamente de Analista Programador, estaba a cargo del soporte informático del área de salud de la municipalidad, aunque eran solamente 6 postas y 1 consultorio.
La aventura de la práctica profesional
Cuando terminaste la Ingeniería, ¿cómo y por qué llegaste a hacer la práctica a Valparaíso?
Sonará chistoso, pero llegué gracias a Google y mi hermano. Vine a Valparaíso a ciegas, no conocía la cuidad y era la segunda instancia en que me tocaba vivir solo. En ese rato mi hermano estudiaba en la UTFSM, así que conversamos con el caballero de la pensión para que nos recibiera y una vez que llegué, ingresé el texto, tal cual como describo, «Práctica Ingeniería Informática Valparaíso».
¿Y cómo te fue con esa búsqueda?
Dentro de los resultados el primero ya no existía, el segundo era trabajo online y en la tercera opción estaba la empresa Innervycs, consulté la posibilidad de realizar mi práctica ahí y al día siguiente me presenté a la entrevista.
¿Te sentías preparado para hacer la práctica ahí? ¿Qué fue lo que realizaste?
Lo dudé en un momento, porque la empresa se orientaba más al desarrollo de electrónica, pero la empresa llevaba unos años formándose y había pasado un buen tiempo de que un informático trabajara con ellos, así que lo vi como una gran oportunidad.
En la práctica desarrollé una versión temprana de un ERP (Enterprise Resource Planning – Planificación de Recursos Empresariales), personalizado para la empresa y ese mismo sistema después se presentó ante el comité para posteriormente defender mi título.
Cuando miras hacia atrás, ¿cómo evalúas tu decisión de hacer la práctica y cómo crees que te has desarrollado profesionalmente en este tiempo?
Ha sido un crecimiento gigantesco, tanto personal como profesionalmente, si tuviera que hablar con el yo del pasado, diría que todo el esfuerzo, las pocas horas de sueño y las ganas que le puse, rindieron mucho más de lo que me hubiera imaginado. Además, que gracias a todo ese esfuerzo, es que hoy puedo jactarme de ser unos de los desarrolladores de la aplicación de Fantasilandia, la versión para Android para ser específico.
¿Y en qué consiste la aplicación?
La aplicación la puedes encontrar como Fantasilandia en la PlayStore. Busca entregar al usuario información sobre los servicios, restaurantes y atracciones disponibles en el parque, estaturas mínimas, restricciones y en algunos casos una proyección de tiempos de espera aproximados para subir a un juego. Esto lo desarrollamos buscando entregar operatividad a la gerencia del parque, para medir la afluencia del público y el comportamiento de éste dentro de sus instalaciones.
Con tu experiencia, ¿cómo ves las proyecciones en el ámbito laboral para quienes estudian Analista Programador? ¿Cómo lo ves para los ingenieros informáticos?
Siento que tenemos un ambiente muy amplio para jugar y expresarnos como profesionales, ya que en este momento buscamos automatizar o darle un toque tecnológico a la vida cotidiana. Se pueden encontrar puestos de trabajo como programadores, analistas o cientistas de datos, entre otros. Lo único desafortunado es que estas oportunidades siempre están un poco centralizadas, pero creo que con un pequeño esfuerzo, quien estudie Ingeniería en Informática o Analista Programador, tiene todas las de ganar en esta nueva era Tecnológica.
Además, estamos en una etapa de una cuarta revolución industrial, en donde el Internet Of Things, IOT, se está instaurando en Chile con fuerza y se requerirá de informáticos dispuestos a programar y darle sentido a esta nueva revolución.
En lo concreto, ¿qué cosas se pueden hacer gracias a la IOT?
Podríamos buscar formas de mitigar la sequía que afecta a las regiones, haciendo proyecciones sobre los datos históricos y tomando información sobre el clima actual, generando algoritmos que ayuden a decidir donde destinar esfuerzos en el futuro y así mejorar las condiciones de vida de las personas o el proceso productivo de las empresas. O imagina poder predecir un incendio instalando una red de sensores que ayuden a predecir posibles focos de incendio.
Eres apasionado por tu trabajo, ¿cómo crees que puedes transmitir eso a quienes están tomando la decisión sobre qué estudiar?
Diría que miren sus teléfonos, vean las diversas utilidades y la innovación que hay en ellos. Todos fueron realizados por un equipo de expertos tecnológicos y para ello se necesitaron ingenieros que quisieron ser protagonistas de un cambio en nuestra forma de vida. Ellos también pueden ser protagonistas en la creación de una nueva experiencia, en una época donde la tecnología está presente en cada rincón de nuestras vidas y estamos recién conociendo la superficie de las capacidades a implementar. En resumen, esto recién está comenzando y tenemos tecnología para un buen rato.
Luego de tu experiencia, ¿qué consejo le darías a quienes no pueden emigrar de Ovalle para estudiar en la educación superior?
Creo que es una buena opción, aunque podría mejorar en ciertas cosas. Pero la institución solo pone el 20%, el resto viene de uno, de las ganas y la perseverancia que tiene uno de salir adelante.
Sin embargo, en tu experiencia trabajando con profesionales de otras instituciones académicas, ¿cómo evalúas tu formación profesional en Santo Tomás?
Con respecto a esta pregunta, podría decir que fue enriquecedor, en el sentido que le da a los egresados el equipo de Santo Tomás, ya que en áreas que, de repente suelen ser de carácter técnico, no siempre son recibidos si no lo conllevas con buenas habilidades blandas.
Y eso Santo Tomás lo ha manejado de muy buena forma, ya que me ha tocado estar midiéndome con egresados de Universidades Técnicas como la UFSM o PUCV, y aun así cuando el fuerte de ellos son habilidades duras, he podido integrarme en equipos de diversos egresados de estas universidades sin que me afecte el hecho de venir de un IP.
En lo personal me alegra llevar el slogan de “Tú puedes”, aunque suene cliché, me recuerda que independiente de los desafíos que se vengan como profesional, uno siempre podrá superarlos.
¿Cómo te proyectas a futuro?
Desde que estaba en Santo Tomás me fijé la meta de trabajar en el extranjero, creando sistemas que entreguen un valor agregado a las personas, liderando proyectos y/o equipos de trabajo en grandes empresas. Siempre está la opción de ir a trabajar a Google, Amazon, Microsoft, pero para ello estoy acumulando conocimientos y experiencias, para después continuar con el gran proyecto a largo plazo y contactos.