Vacunacion ante el Covid19: Más vale prevenir que curar

A pesar del creciente avance de la tecnología, de las múltiples herramientas de apoyo diagnóstico y tratamientos altamente sofisticados, resulta amenazante pensar en adoptar estas alternativas para mejor salud de la población, dado sus costos astronómicos y las dificultades en la accesibilidad a los servicios. Este hecho es más aplastante cuando se presenta un aumento imprevisto de la demanda que se genera cuando hay una epidemia como la del COVID 19 que ha cobrado tantas vidas. Es aquí donde la reflexión nos lleva a las vacunas.

¿Qué son las vacunas?: Son productos biológicos que se administran al organismo para producir inmunidad específica contra algunas enfermedades infecciosas transmisibles.

¿A quién le interesan las vacunas? : A la población general: porque en su mayoría reconocen el valor de la prevención con vacunas; a los trabajadores de la salud porque representan una solución para la población que atiende; a las autoridades de salud: porque son una medida de intervención eficaz en salud pública; a los científicos de laboratorio: porque es un campo de permanente desarrollo y productividad.

El uso de vacunas para la prevención de enfermedades es indiscutiblemente la piedra angular de la salud pública mundial. Anualmente con la vacunación se salva la vida entre 2 a 3 millones de niños menores de 5 años en todo el mundo. Los análisis de costo beneficio han indicado sistemáticamente que los programas de vacunación son la estrategia de salud pública de mayor impacto, en función del costo para prevenir la mortalidad y la morbilidad de lactantes y niños pequeños, adultos mayores y embarazadas.

La evaluación costo-beneficio de la erradicación de enfermedades, es decir la ausencia de enfermos y del agente etiológico, adquiere su real dimensión cuando ocurre en todo el mundo lo que hoy en día adquiere mayor relevancia ante la pandemia por el COVID 19.

La vacunación es un compromiso político porque compromete a una nación, a sus autoridades que la dirigen, a sus científicos, a sus instituciones, a sus técnicos y profesionales, a sus ciudadanos que la constituyen; porque representa desarrollo, crecimiento, valoración de lo humano y la unión de todo un pueblo en pro de la vida.

Es fundamental tener el compromiso de una comunidad que este informada de las indiscutibles ventajas que tienen las vacunas en la prevención de las enfermedades, ante lo cual el Estado tiene un rol clave en la educación de las personas, las familias y la comunidad.

Para abordar la vacunación, empeñados en alcanzar la erradicación, no puede un país actuar solo sino en concordancia con todos los países, dado que la globalización es un agravante para la transmisión de las enfermedades infecciosas y cualquier esfuerzo aislado puede representar una enorme inversión que puede estar destinada al fracaso. La vacunación se suspende cuando han transcurrido años sin detectar el agente causal en el mundo, pero sustentado en una vigilancia epidemiológica eficiente y de buena calidad.

La viruela fue la primera enfermedad infecciosa que se erradicó en el mundo por medio de la vacunación, lo que ha permitido salvar muchas vidas y ahorrar recursos para destinarlos a otras acciones prioritarias en salud.

Actualmente el desafío es lograr que en todos los países las vacunas del programa básico (Tuberculosis, difteria, coqueluche, tétanos, polio y sarampión, hepatitis B , Haemophilus influenza tipo B , parotiditis, rubéola y anti-influenza) tengan cobertura programática de a los menos 90% de la población.

Ante la pandemia que azota al mundo y a nuestro país la vacunación es la estrategia eficaz para salvar vidas porque “la vida es lo primero” .

Es deber del Estado asegurar el derecho y acceso a la vacunación y es deber inexcusables de las personas vacunarse por autocuidado y solidaridad con todos.