¿Cómo reorganizar las finanzas tras las vacaciones?

Se acerca el término de las vacaciones y nos enfrentamos a lo más temido del año: Marzo. Este mes viene con una carga financiera importante como son: gastos escolares, permisos de circulación y el remanente de vacaciones, entre otros.

De todas formas, siempre la mejor alternativa es el ahorro. Este 2016 puede ser un año complejo en cuanto al desempleo, por lo que pedir créditos no es recomendable y si usted lo requiere, un seguro de cesantía no estaría de más.

Si usted pudo disfrutar de unas buenas vacaciones, ojala lo haya hecho con lo que ahorró durante el 2015, en caso contrario tome papel y lápiz, anote todo lo que tiene que pagar y réstelo a todo lo que tiene que tiene como ingresos. Si el resultado es positivo, felicitaciones, pertenece a la minoría de la población que es ordenada y previsora; en caso contrario, si el resultado es negativo, es momento de evaluar sus alternativas.

El mayor “demonio” en esta situación es utilizar las tarjetas de crédito, ya que son las deudas más caras. Una alternativa a probar es utilizar las líneas de crédito o bien solicitar un crédito personal de consumo que le permita financiar el diferencial que se produciría durante Marzo.

En este último caso, la principal recomendación al solicitar un crédito personal es cotizar. Mientras más se evalúe, mejor oportunidad tiene de conseguir un menor valor de la tasa de interés por parte del banco o la institución que usted prefiera. En caso de que la tasa sea la misma en dos instituciones, proceda a evaluar los seguros que se ofrecen, ya que estos también tienen un costo importante. Otro punto importante, es analizar los plazos de pago y el valor de la cuota, el ideal es que la cuota del crédito no exceda el 25% de sus ingresos mensuales.

De todas formas, siempre la mejor alternativa es el ahorro. Este 2016 puede ser un año complejo en cuanto al desempleo, por lo que pedir créditos no es recomendable y si usted lo requiere, un seguro de cesantía no estaría de más.

La clave para que estos gastos no sean sorpresas, es preparar un presupuesto para el año, en lo posible ahorrar los excesos de efectivo que se tengan y así disponer de un “colchón” para las vacaciones, el auto nuevo u otro gasto que considere relevante.