Qué se espera del Cónclave

“Chi entra in conclave come papa, ne esce come cardinale”. Frase italiana que hace referencia a los “papables” que entran al conclave y sale de este como cardenales. Es la manera de exponer que la elección de nuevo papa no está en las manos de la prensa, ni de agentes externos a quienes participan en esta elección.
El cónclave, es un acto solemne de la iglesia católica que posterior a la muerte, funerales o abdicación del papa, hasta el momento de la bendición Urbi et orbe, en este caso del 627° sucesor de Pedro. Pero más allá de un acto solemne y litúrgico, la Iglesia católica deposita en la inspiración del Espíritu Santo la elección y con ello dar respuesta a las vicisitudes del mundo con el papa que los tiempos han requerido.
Recordemos la imperiosa necesidad de la Iglesia de cambios y cercanía con el mundo, respuesta dada por Juan XXIII; luego se necesitaba ordenar al “santo caos” que había comenzado con el Concilio Vaticano II y la respuesta fue un inspirado Pablo VI, posterior se necesitaba dar a conocer a todos lo que la iglesia quería mostrar, que los gozos y las esperanzas del mundo son también los de la Iglesia. Juan Pablo I, con su sonrisa y Juan Pablo II con su carisma, hicieron a la iglesia y su mensaje fuese conocido en todas partes; y cuando se necesitó la claridad frente un relativismo y mostrar nuevamente las certezas, junto con mostrar las debilidades económicas y de abuso al interior de la iglesia Benedicto XVI fue un baluarte que denuncio haciendo una vuelta a la humildad necesaria, pero las fuerzas del Espíritu que lo eligió le dio la inspiración y dar un paso al costado; pero la misión sigue con la misma humildad, pero con la fuerza para hacerse cargo de las tareas que necesitaban tener respuestas, un medio ambiente que denunciaba junto a los marginados a un sistema económico que los tiene postergados y mancillados, y llegó Francisco.
Ahora este Cónclave debe abrir las puertas de la Capilla Sixtina para que entren los cardenales y con ellos el mismo Espíritu que ha iluminado en las elecciones anteriores, que de respuestas a los tiempos actuales, que regale al mundo alguien que sepa dialogar, sin perder la valentía que lo sostiene, una tradición milenaria y una misión, donde el anuncio evangélico sea su carta de presentación, para defender a los que no lo pueden hacer, denunciar lo que tenga que ser denunciado, pero sobre todo debe ser un mensajero de buenas noticias, de la unidad, de que salvar el mundo es tarea de todos, pero juntos.
El nuevo papa que saldrá del Cónclave, de una de las 4 votaciones que tendrá cada día, es uno de los hombres que entra, pero los creyentes esperan y confían que quien sale papa, es una persona distinta y la más indicada, porque no es obra solo humana, sino que también divina.