Participación laboral de mujeres en sectores no feminizados

Hemos recepcionado con esperanza las cifras que muestran el aumento de la participación de mujeres en el mercado de trabajo en las últimas mediciones, alcanzando casi un 50%.

Sin embargo, lamentamos que la explicación del alza esté en el incremento en rubros mayoritariamente feminizados, y que lastimosamente son definidos como “sectores de baja productividad”, porque tienen en promedio menores ingresos, menos estatus social y bajo contacto con tecnologías e innovación (Cepal, 2017), como son educación, salud y servicios sociales y personales (incluyendo empleo doméstico).

Chile está desafiado en crecer en empleo femenino en sectores no tradicionales a las mujeres, como ciencia, tecnología o minería. U otros, como transporte o construcción, siempre que ofrezca buenas condiciones laborales y salariales.

En el estudio Fondef en curso “Desarrollo de modelo de gestión integral para la inclusión sustentable de mujeres en industrias masculinizadas”, hemos concluido que es preciso remover barreras de género a la inclusión femenina en minería, que se encuentran en la intersección entre cultura (sociedad,  empresas y familias) y políticas y medidas (gubernamentales y empresariales), para lograr, por ejemplo, que las mujeres no se perciban como menos competentes en este tipo de industrias, y se decidan a estudiar y luego postular a cargos; o se vean a sí mismas siempre como las “nuevas”, por ende, que tienen que “demostrar permanentemente sus capacidades”.

Asimismo, se ha identificado como barreras la baja conciliación familia y trabajo, puesto que las demandas de cuidado siguen recayendo principalmente en las mujeres, tensionando sus carreras y exacerbando el dilema de la conciliación.