Luz, cámara, acción
Los criterios para evaluar una política pública pueden ser variados, desde un análisis costo – beneficio, análisis de impacto, análisis desde y para los actores involucrados y otros modelos de análisis que se definen previamente de acuerdo con el objetivo que buscan conseguir dichas políticas.
En el último tiempo, un elemento a considerar para la evaluación de las políticas públicas parece ser la impresión mediático, los minutos en televisión que se dedican a la ejecución de acciones por parte de las autoridades o los videos, memes o stickers que se generen y difundan en redes sociales del hecho en cuestión.
Lo peligroso de este último factor, es que en este tiempo se asemeja a ser el único que importa ya que es visualmente más atractivo y de fácil acceso para la población en general, es seductor considerar y sentir, para un político, la aprobación de su gestión en las personas, pero la legitimidad de esas políticas no siempre está presente y el camino a la demagogia o populismo este cimentado de aplausos fáciles y presencia mediática.
Esto conlleva a relevar a otros factores como la gravedad, la urgencia, el volumen y la imposibilidad de prevenir, tales métodos de evaluación que no son llamativos o de fácil entendimiento, pero que son los relevantes para la gestión dentro de las políticas gubernamentales, las decisiones tomadas y legitiman a un gobernante a nivel nacional o local.
Hace algunas semanas se ha presentado en la televisión la “destrucción de ampliaciones irregulares” que se ha traducido, coincidentemente, en casas ocupadas por narcotraficantes en una comuna de Santiago, su alcalde ha aparecido constantemente en los medios de comunicación, escritos, digitales y audiovisuales. La explotación de este recurso, exposición, puede ser casualidad o el mejor entendimiento de la sociedad del espectáculo.
Guy Debord, fue un filósofo francés que planteaba en los 70’ que las relaciones en la sociedad contemporánea se intermediarían por las imágenes y que esas imágenes serían creadas por las personas a su voluntad para alejarse de lo verdadero. Esto significa, que las personas crearíamos imágenes o personajes de nosotros mismos para poder relacionarnos y que poco o nada estarían relacionados de cómo nos relacionamos realmente.
Por su parte, Jean Baudrillard, coterráneo de Debord, plantea que las sociedades se relacionan mediante los símbolos más que por los objetos, lo que se explica como que el objeto vale más que el costo del objeto y lo real no sería lo que se puede reproducir sino lo que se reproducido.
Con estos argumentos y el contexto en el que se da, trato de responder si es que el alcalde capitalino realiza las demoliciones en día hábil y en horario de matinal porque es una coincidencia de tiempos y personal disponible o maneja y entiende cómo actúa relacionalmente la sociedad actual y explota un recurso que le genera réditos políticos instantáneos. Por lo tanto, su imagen creada funciona y ese valor generado le trae beneficios a su propio personaje. Son preguntas que me deja el análisis de esta performance.
Lo cuestionable son los efectos y consecuencias que tiene en las políticas sociales que implementan los gobiernos locales y de qué manera benefician/perjudican a las vecinas y vecinos de sus comunas. Si el propósito de la demolición es combatir el narcotráfico, los resultados se deberían ver reflejados en la vida cotidiana de los habitantes de esos territorios, pero poco o nada se ha presentado.
¿Cuántos detenidos o formalizados han generado estas acciones? Puede ser que las consecuencias no sean visibles aún y debiésemos esperar un tiempo prudente para evaluar estas medidas.
Pero por otra parte, no sólo las actuaciones mediáticas son la respuesta a un problema social que tiene larga data en las comuna de Chile, el combate al narcotráfico requiere de un esfuerzo conjunto entre gobierno central y gobiernos locales que implique el evitar que los niños, niñas y adolescentes sean atraídos por los “beneficios” de participar en esta industria, además de generar actividades que reduzcan la cooptación de territorios, la adquisición de armamento y disminuir la sensación de inseguridad en los vecinos y vecinas que restringen sus libertades y cambian sus propias rutinas por el miedo.