Los jóvenes en la detención del COVID-19
A partir del 14 de junio pasado se ha definido en el calendario de vacunación Covid -19 la inoculación a personas menores de 24 años. Estamos entonces en el rango de edad de gran parte de los estudiantes pertenecientes a la educación superior, por lo que nuestra responsabilidad debe ir más allá de los múltiples apoyos en los exitosos procesos de vacunación a la comunidad que las Instituciones Santo Tomás y otras casas de estudios han estado realizando. Hoy, sin dejar esos apoyos, nos debemos abocar con más fuerza a la importante tarea, de informar, motivar y educar a nuestros estudiantes sobre la importancia de la vacunación, en el contexto personal pero también familiar y comunitario. Es el momento de que nuestros estudiantes participen del plan de vacunación, solidaricen con ellos mismos y con toda la comunidad, acudiendo a los centros de vacunación cercanos a sus domicilios.
Cada día aparecen estudios respeto a los efectos positivos y la disminución de riesgo en las personas vacunadas. No hay contradicciones científicas al respecto, sino por el contrario, la información que se ha ido obteniendo con el pasar de los meses es que el vacunarse es, junto a las otras medidas apoyo como el lavado de manos frecuente, el uso de mascarillas y el distanciamiento físico, la única forma de controlar la expansión del virus.
La educación, es una de las áreas directamente afectadas con esta pandemia y ha obligado a grandes transformaciones al interior de cada institución, en lo académico, en la gestión, en la vinculación, en la investigación, y cambiando algo tan esencial para los estudiantes y cuerpo académico como es la socialización y las relaciones humanas directas. Esos cambios fueron una respuesta directa a los requerimientos de las autoridades sanitarias, pero siempre teniendo en cuenta el compromiso de seguir avanzando en los planes de estudios de miles de estudiantes que han seguido formándose en la educación superior. Para ello, las comunidades educativas fueron fundamentales, como lo son ahora para seguir avanzado en la detención del COVID-19. En esta tarea, el llamado es a que los jóvenes se vacunen según el calendario, de tal forma de que para el comienzo del segundo semestre la gran mayoría de ellos tenga su vacunación completa.
En perspectiva, esto significaría la posibilidad real de lograr la anhelada masiva inmunidad y tener mejores opciones para retomar la mayor cantidad de actividades prácticas de carácter presencial durante el segundo semestre de este año. Hasta ahora, de acuerdo con las cifras del gobierno, se ha vacunado el 64% de las personas entre 22 y 25 años y el 70% de las personas entre 26 y 29 años. (minsal.cl). Tenemos que pensar en una meta mayor, vacunación al 100 % de la población, adultos, jóvenes y si es posible también los niños (para cuya edad haya vacunas autorizadas por el ISP) y buscar alcanzar la estrategia “Cero Covid-19”.
Por último, reiterar el llamado a los jóvenes de la ciudad de Puerto Montt y sus alrededores a que se comprometan con la salud de nuestro país, a ser solidarios, a trabajar en conjunto por avanzar hacia el fin de esta pandemia que ha trastocado nuestras vidas. En pensar en el otro y no solo para recuperar la cotidianidad previa a la pandemia, sino más bien por el compromiso de su propia salud y bienestar de sus familiares y sus grupos cercanos, aplanando la curva como una forma crucial de detener los contagios, disminuir los riesgos y ser también un activo aporte a la compleja situación que están viviendo todas las personas afectadas y las que trabajan en de los servicios de salud.