La libertad de Expresión, un fenómeno base para la conformación de Políticas Públicas

La libertad de expresión como manifestación intrínseca del ser humano radica en lo mas profundo del ser, la ansiedad de poder manifestar lo que se piensa, genera una disyuntiva ético – moral, amparada en sentimientos, sobretodo, cuando la postura inicial frente a un acto o hecho determinado puede afectar a quienes interactúan con nosotros en diversas esferas.

El liberalismo como corriente filosófica en términos políticos, defiende por esencia las libertades individuales como colectivas, ambas amparadas en nuestra actual Constitución Política del Estado, no obstante, dicha defensa también repercute en la toma de decisiones que se realizan a nivel gubernamental, transformando este tipo de expresión ciudadana en un medio de presión para la resolución de problemas y necesidades insatisfechas que se exigen cada día mas a través de diversas demandas de la ciudadanía.

Como principios de conformación de la libertad de expresión, nos encontramos con conceptos como Tolerancia y Respeto, siempre y cuando se manifiesten a través de la facultad legal que le corresponde al ejecutivo fiscalizar, manifestación de expresión que no perturbe de manera negativa el actuar del Estado, ya que como fenómeno apreciamos el uso de la violencia indebida de estos grupos, por ende el Estado, debe velar por la protección de los demás habitantes. El pacto de la Libertad esta sujeto a defender a las personas y los bienes que ellos posean, como también los bienes públicos.

¿El Estado es capaz de velar por las necesidades de las personas y garantizar la libertad de expresión? Respuesta que puede llevar a más de una discusión practica- teórica, no obstante, el Estado manifiesta esta protección a través de las Garantías Constitucionales y vela por las necesidades de las personas a través de la creación de proyectos, programas y Políticas Publicas emanadas de cada uno de los servicios que lo componen.

¿Cómo prioriza las necesidades de un grupo determinado de la Población? En términos insisto, nuevamente desde la perspectiva teórica, el Estado debe a través de sus distintos estamentos, realizar un análisis de las necesidades sociales que afectan a un grupo importante de la población, analizando y retroalimentándose de información que le permitan tomar la decisión en base a los recursos existentes, para poder determinar si es posible subsanar la inquietud manifestada por la ciudadanía, todo lo anterior, dentro de las facultades que por norma lo regula, pero la realidad es muy distinta, en la mayoría de los casos, el Estado dentro del contexto de Populismo Social (propuesta social que pretende a favorecer a los grupos mas desvalidos) se guía por las demandas que cada grupo de presión manifiesta a través del concepto de libertad de expresión, base para generar políticas publicas que satisfagan una necesidad manifestada o realice una retroalimentación que permita establecer parámetros de mejora continua, es decir, la priorización de necesidades se basa en los grupos de presión y como estos influyen en la determinación de acciones que debe tomar el Estado.

Un ejemplo pragmático de esta postura se esta visualizando hoy en día en nuestra sociedad, todos sabemos la crisis que viven los distintos tipos de pensiones previsionales, las que afectan a un sector de la población que no genera presión, como son la tercera edad, no obstante, esta crisis fue traspasada a las nuevas generaciones por su calidad de imponentes y que se amparan en la empatía hacia este sector (jubilados y pensionados), visualizando sus futuros una vez que cumplan con los requisitos establecidos para jubilarse. Pero existen más sectores en crisis de necesidades, pero estos, no generan la presión necesaria para inquietar a las autoridades, me hubiera gustado ver la misma cantidad de adherentes que participaban en la marcha pacifica en contra de las AFP´s , manifestándose en contra de la calidad de vida de los niños que viven acogidos en centros fiscalizados por el SERNAM, pero como insisto, no es un problema que afecte directamente a un grupo de presión fuerte, por ello, el Estado si bien, esta buscando soluciones, no esta en su agenda como prioridad gubernamental, por no existir la presión adecuada.

En resumen, podemos concretar dos fenómenos, el primero, determinando que existe una problemática amplia en términos de definición entre lo que el Estado permite como libertad de expresión en base a lo que se debe permitir y lo que se debe proteger, para que esta libertad no afecte la libertad de quienes tienen una postura distinta frente a un hecho puntual que los afecte. Como segundo fenómeno, corresponde analizar que cada vez más un país inserto en la globalización con medios de comunicación abiertos, quedara expuesto al Estado y al nacimiento espontaneó de grupos de presión fuertes que alterarán las agendas públicas de cada gobierno, incluso, generando alteración de principios partidistas o de conglomerados estipulados en las promesas de campaña, de cada uno de los cargos públicos elegidos mediante votación popular.

Para finalizar, quiero dejar una frase encontrada en el libro “Los amigos de Voltaire” publicado en 1906, por Evelyn Beatrice Hall, que señala: «Estoy en desacuerdo con lo que dices, pero defenderé hasta la muerte tu derecho a decirlo».