Jornada laboral de 40 horas
Como Terapeutas Ocupacionales tenemos como objetivo, entre otros, que las personas alcancen un equilibrio en las ocupaciones, con el fin de que su vida sea satisfactoria y significativa, entendiendo que los seres humanos realizamos múltiples actividades durante el día, cumplimos una variedad de roles y necesitamos un balance en nuestra vida.
Ahora bien, existe un interjuego continuo entre equilibrio y desequilibrio, por lo que algún grado de desequilibrio es normal, pero si este es mantenido o intenso puede ser nocivo.
El año 2011 la Corporación Servicio Paz y Justicia Serpaj, Chile, realizó una comparación entre lo que se considera una rutina equilibrada y la realidad en Chile. Si consideramos que en la legislación chilena el tiempo destinado a colación durante la jornada laboral no está incluida en esta, las horas que dedicamos los trabajadores chilenos a permanecer en el trabajo son 10 horas diarias. Si a esto le sumamos el tiempo de traslado, que en ciudades colapsadas puede llegar a superar las tres horas diarias, el tiempo que se puede dedicar a actividades de tiempo libre se reduce aún más.
Llevando a la realidad chilena lo que indica la literatura, no coinciden las horas destinadas a la ejecución de estas actividades, ya que en nuestra cultura, son más las horas que dedicamos al trabajo y menos las horas que dedicamos a las actividades de tiempo libre, por lo que estaríamos frente a un desequilibrio ocupacional de nuestra rutina diaria (Serpaj, 2011).
Si bien este estudio nos muestra datos solo cuantitativos, y el equilibrio ocupacional depende de factores tanto internos como externos y aspectos cualitativos como nivel de satisfacción con nuestra rutina, el tiempo dedicado al trabajo en Chile supera ampliamente lo considerado “equilibrado” y deja a los chilenos con muy poco tiempo para distribuir en sus otras actividades.
Más allá de las discusiones basadas en temas económicos, se hace necesario preocuparse de la salud de los chilenos y analizar bajo este paradigma si la reducción de la jornada en cinco horas semanales representa un beneficio para el país y por sobre todo para los chilenos.