Innovación pensada a largo plazo
La innovación se define como la creación de valor nuevo y significativo para la empresa y/o el mercado, pero no a cualquier precio. Esto debe hacerse resguardando y respetando el aspecto social y medio ambiental, con esta definición podemos hablar de Innovación Sustentable.
En términos concretos, la Innovación Sustentable significa satisfacer las necesidades de las generaciones actuales sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para atender sus propias necesidades.
Innovación Sustentable
En este contexto, surge la tentación de colocar como antagónicos dos conceptos: el desarrollo y el cuidado con el medio ambiente. Sin embargo, ambos pueden ser compatibles.
Para ello, el desarrollo se debe analizar considerando un lapso de tiempo amplio, al cual llamaremos “largo plazo”. Esto es clave porque cuando el desarrollo se analiza con una visión de corto plazo, nos centramos en conseguir el objetivo sin importar los costos en que se debe incurrir y que, por lo general, son asumidos por futuras generaciones.
Un ejemplo es lo ocurre con la pesca, en donde una explotación indiscriminada sin un manejo sustentable de los recursos tiene como consecuencia la extinción de algunas especies. Por ende, se produce un desequilibrio y daño al sistema ambiental que pone en duda el futuro de los recursos marítimos.
El Desarrollo Sustentable tiene la característica de ser solidario y representa el compromiso de todos los sectores con el desarrollo responsable actual, pensando y resguardando el desarrollo futuro que permita la satisfacción de necesidades de las generaciones venideras. Así, cuando en Agricultura se mantiene la vegetación para evitar la erosión estamos haciendo Agricultura Sustentable.
En una faceta más amplia, también podemos señalar que una Innovación Sustentable es aquella que se sostiene en el tiempo, sin comprometer el desarrollo de las generaciones del futuro. Así desarrollamos otro concepto que es la Innovación Sostenible.
Para ser sostenible debe abarcar tres ámbitos – Económico, Social y Ambiental –, los cuales interactúan entre sí:
- La Innovación debe ser viable: es decir, debe ser interesante para el mercado, a un precio atractivo y que permita generar márgenes adecuados para la empresa, teniendo en cuenta el cuidado medioambiental, siendo responsables con las generaciones futuras.
- La Innovación debe ser equitativa: los beneficios que recibe la empresa deben ser equivalentes a la satisfacción que produce el bien o servicio en la comunidad, incorporando todas las externalidades que produce el fabricar el bien o prestar el servicio.
- La Innovación debe ser visible: los efectos sociales, como la participación, deben ser coherentes con el uso de recursos y que esto no sea una excusa para el uso indiscriminado de los mismos.
Si analizamos algunos ejemplos de innovación tecnológica – por ejemplo, los celulares – podemos preguntar por la “basura electrónica” que generan estas iniciativas como las baterías, carcasas y los propios equipos.
Hoy, para que esta industria sea sostenible debe incorporar iniciativas e innovación para recolectar o reutilizar esta “basura electrónica”, con lo cual la industria sería más viable y responsable económica, social y medioambientalmente, es decir: es una industria sostenible.
Este artículo y otros temas pueden encontrarlos en los suplementos Innovate O’Higgins que se publican quincenalmente en el Diario El Rancagüino.
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