INDIA Y EL CRECIMIENTO ECONÓMICO

India, actualmente la nación con mayor población de nuestro planeta, se encuentra atravesando un período expectante y emocionante. Ya ha superado a China en términos demográficos, y se encuentra en el quinto lugar como país en relación al tamaño del Producto Interno Bruto (PIB). Una nación con 1.400 millones de habitantes, y que viene siendo la democracia más populosa del mundo, aunque tiene un sistema democrático “imperfecto” y con cierta tendencia “autoritaria”.

India, al independizarse del Imperio Británico en 1947, comenzó una vida económica autónoma muy marcada por el socialismo y por la excesiva intervención del Estado en los mercados relevantes. Entre 1947 y 1991 fue una nación “no alineada” y, por consiguiente, ideológicamente lejana de Estados Unidos y de la Unión Soviética. Sin embargo, con la caída del “comunismo” internacional en el trienio 1989 – 1991, la India inició su proceso de profunda transformación económica. En las décadas de 1970 – 1980, India era un ejemplo de malas políticas públicas y de reformas económicas erróneas, sin embargo en el decenio de los 90’ esta gigante nación del Asia Central tuvo un vuelco estructural en su modelo (sistema) económico.

Algunos analistas calculan que la clase media en India asciende al menos a 350 millones de personas, transformándose dicha población en un “poder de compra” fundamental para las empresas exportadoras de América Latina. India ha completado casi 30 años de una notable expansión productiva. Sólo tuvo un año con recesión: 2020. En el trienio 2021 – 2023, la economía india tuvo un crecimiento económico de 7,5%, promedio anual, y el ingreso per cápita ha tenido un incremento ininterrumpido en los últimos 25 años. Para 2024, las previsiones y proyecciones indican un aumento del PIB de 6,5%.

En todo caso, en India el producto por habitante sigue siendo aún bajo: menos de 3.000 dólares por año, esto es, casi la cuarta parte del ingreso per cápita que posee una economía latinoamericana como México. Sin embargo, la economía india es un excelente ejemplo de que el crecimiento económico resulta insustituible a la hora de explicar un mayor bienestar material y un mejor desarrollo humano de la población. La economía india ha seguido desarrollando sus sectores exportadores, potenciando el ingreso de inversión extranjera directa (IED), fomentando la innovación tecnológica e invirtiendo en capital humano.

Su líder actual indiscutido, Narendra Modi, pretende que India sea un actor “global” no sólo en el terreno económico, sino también en el plano geopolítico, relacionándose de forma transversal con Occidente y con otros actores como China y Rusia. Narendra Modi, un político “nacionalista”, seguirá en el poder por los próximos 5 años, y probablemente continuará con su trabajo y visión de convertir a la India en la “tercera” economía más grande del planeta, sin descuidar los programas sociales para atender a las familias más desposeídas.

Una India fortalecida e influyente a nivel global demostrará una vez más que nos encontramos en un mundo “multipolar” con múltiples actores importantes y fuertes. En la medida que la India tenga un crecimiento del PIB en torno al 6%, promedio anual, en las próximas 2 décadas irá consolidando la clase media casi más voluminosa del planeta, llegando quizás a 500 millones de habitantes en dicha condición social. Esto significa un incremento del ingreso per cápita (por habitante) de aproximadamente un 5% anual. En los próximos 2 decenios la India seguirá siendo una de las naciones del mundo que más atrae “inversión extranjera directa” (IED), dimensión fundamental para modernizar su economía y hacerla más tecnológica y resiliente, pudiendo así crear centenares de miles de puestos de trabajo por mes.