Franja deportiva vespertina (también)
Producto del COVID-19 nos hemos visto obligados a cambiar nuestro estilo de vida, comportamientos y costumbres. El ejercicio físico ha sufrido modificaciones desde la prescripción hasta los lugares de práctica; pasando de gimnasios a plataformas virtuales.
Actualmente, las autoridades incorporaron una franja horaria matinal para la práctica de ejercicio físico, preferentemente aprovechada por jóvenes, adultos y personas mayores, lo cual me parece muy positivo, considerando los altos índices de obesidad y cómo esto último influye en la mortandad de personas afectadas con COVID-19.
Sin embargo, se restringe la participación de nuestros niños y niñas, debido a que la gran mayoría ingresa a sus clases virtuales desde las 8 am.
En esta línea, recomendaciones internacionales (Colegio Americano de Medicina Deportiva) señalan que la práctica de ejercicio debería realizarse, al menos, una hora diaria, dividido entre intensidad moderada y vigorosa.
La literatura científica señala que entre los mayores beneficios de la actividad física en esta población encontramos que fortalece el desarrollo motriz, potencia el crecimiento, incrementa la fuerza muscular y agilidad, mayor densidad a los huesos, además de prevenir enfermedades como la diabetes, obesidad y enfermedades cardiovasculares.
Además, presenta un efecto positivo sobre el rendimiento escolar, puesto que la actividad física en niños y niñas contribuye a una mayor concentración y alerta, considerando el contexto de las clases virtualizadas. Por ello, recomiendo a las autoridades sanitarias un cambio de estrategia donde se incorpore, también, una franja horaria en las tardes para favorecer la práctica de ejercicio físico de nuestros niños y niñas.