Fitoterapia: alivio natural a los síntomas del resfriado

Las mañanas frías, la lluvia y los cambios de temperatura nos pueden afectar, provocando estados gripales, resfriados y malestar. Para que esto no ocurra, podemos utilizar la fitoterapia, es decir, el tratamiento de síntomas o enfermedades mediante plantas o sustancias vegetales.

Muchos hemos escuchado consejos de familiares o el “secreto de la abuelita” y hemos tomado infusiones de limón y miel, para evitar resfriados y mejorar nuestras defensas. En esta línea, existen ciertas infusiones y aromas que podrían ayudarnos a sobrellevar los malestares típicos de un resfriado.

Con la aromaterapia, por ejemplo, podemos conseguir descongestionar nuestras vías aéreas con la ayuda de eucalipto, menta o sábila, o aloe vera.

El tarrito con agua y hojas de eucalipto, sobre la estufa (que muchos vimos en nuestra infancia) es aromaterapia natural, casera, para descongestionar las vías aéreas. Sin embargo, no es necesario tener la planta para realizar aromaterapia, podemos utilizar infusores eléctricos, en conjunto con aceites esenciales, logrando dejar la casa impregnada del aroma, permitiendo la apertura de la vía aérea y la descongestión del paciente resfriado.

La esencia de clavo de olor también nos servirá, si lo que buscamos es prevenir infecciones bacterianas y varales. El limón, ayuda para la estimulación de glóbulos blancos (defensas del organismo) y la lavanda es un poderoso antiséptico.

Las infusiones de hierbas son también un clásico del invierno. El tomillo y jengibre, por ejemplo, cumplen la misma función antiflamatoria para aliviar el dolor de garganta. Pero no sólo los podemos beber en infusiones caliente. En el caso del jengibre, podemos prepararlo en un jarro con agua, rodajas de limón y perejil. Lo dejamos reposar por 12 horas y lo bebemos al siguiente día. Esto genera un aumento de defensas, gracias a las propiedades antibacterianas del jengibre.

Y si de propiedades antibacterianas se trata, es el ajo nos podría ser de gran ayuda cocido y crudo. Un paciente con amigdalitis, a quien los antibióticos no le han dado resultados, podría complementar su tratamiento por medio de las propiedades del ajo. Solo debe triturar un ajo y pasarlo por la garganta dos veces al día. El contacto del ajo en la zona, provocará que los microorganismos mueran y los síntomas de inflamación disminuyan de manera paulatina.

De esta forma, estaremos tratando nuestros síntomas de manera natural, apelando a las propiedades de plantas y hierbas para mejorar nuestra salud.