“Existe voluntad política para hacer una nueva Constitución en nuestro país”

Siempre es viable realizar una reforma constitucional, porque dentro de la misma constitución existen normas para realizar cambios. Ahora bien, el proceso que se está dando ahora en Chile, tiene por objetivo realizar una reforma exhaustiva o bien una nueva carta fundamental, haciendo uso de una asamblea constituyente por ejemplo.

Las encuestas señalan que, aunque el 80 por ciento de la población dice  no conocer  los temas que aborda la constitución, el 60 por ciento de los chilenos está dispuesto a cambiarla. Por eso es indispensable realizar educación cívica, no solo en colegios, sino también en la sociedad para que todos sepan los alcances de la carta fundamental que va a regir  a nuestro país.

La posibilidad de reforma está siempre y a la actual carta fundamental se le han hecho cerca de dieciséis cambios importantes que han modificado muchos aspectos; pero el debate social y político indica que actualmente todo apunta a un cambio completo, más que a pequeñas modificaciones.

Esta constitución no está obsoleta, pero una parte no menor de la ciudadanía la considera como una constitución no legítima porque data del gobierno militar. Esta carta fundamental eso sí, ha sido un soporte para el retorno de nuestro país a la democracia.  Ahora bien,  y como fue anunciado dentro del programa de gobierno de esta administración, todo indica que la voluntad política es hacer una nueva  Constitución, partiendo desde cero.

La nueva constitución debe ser representativa para todos y que se extienda en el tiempo. Nuestro país ha tenido tres constituciones y eso nos ha dado bastante estabilidad, lo que es incluso reconocido a nivel internacional. Lo que se quiere incluir ahora es el garantizar derechos sociales, como educación, salud, vivienda y otros.

El gobierno habla de aquí a 2018, pero estos procesos son largos y lo mejor es no acelerar los plazos. Ahora bien, a estas alturas este proceso es irreversible y se puede dar dentro de los próximos tres años. Esta es una prioridad de este gobierno pero independiente del color político el proceso  se traspasará a la próxima administración. Pero lo mejor es no hablar tanto de fechas y dejar que se desarrollen los procesos  que corresponden.