Evasión de IVA en pago electrónico: ¿Debería aumentar la fiscalización?
Uno de los principales problemas que enfrenta el Servicio de Impuestos Internos de manera histórica es la evasión del Impuesto al Valor Agregado (IVA), afectando la recaudación fiscal. Desde que en 2021 entró en vigencia la emisión de boletas electrónicas para todos los contribuyentes de IVA, se ha detectado que un poco más de 15 mil personas utilizan medios de cobro electrónico sin tener previa iniciación de actividades, llevando al Fisco a perder en torno a $ 3.334 millones.
Si bien esta cifra podría parecer extremadamente alta, refleja la evasión por parte de un 0,015% de quienes utilizan estos medios de cobro para sus transacciones. Entonces, ¿deberíamos aumentar la fiscalización que minimice esta evasión? Por un lado, el costo de los recursos destinados a esta fiscalización bien podría superar la recaudación adicional que se obtenga de ella.
Por otro, debemos considerar que la evasión de IVA proviene no sólo del comercio electrónico no regulado, sino también de aquel comercio que utiliza otros medios de cobro como transferencias o efectivo y que tampoco se encuentra formalizado.
Luego, la evasión en este impuesto puede llegar a un monto mucho mayor a lo expresado anteriormente, lo que nos llevaría a pensar que efectivamente es necesaria una mayor fiscalización. Esto, claramente, debe ir acompañado de incentivos a la formalización del comercio y sobre todo una concientización por parte de los contribuyentes de sus obligaciones tributarias.