Epilepsia en mascotas
La epilepsia es un trastorno cerebral caracterizado por convulsiones recurrentes sin causa conocida o lesión cerebral anormal (lesión o enfermedad cerebral). Este trastorno neurológico crónico es común en medicina veterinaria afectando a perros y gatos
La epilepsia es un diagnóstico de exclusión, lo que significa que se diagnostica sólo después de que se hayan descartado todas las demás causas posibles.
Existen diferentes clasificaciones de los tipos de epilepsia en mascotas entre ellas destacamos:
Epilepsias focales: Es un trastorno neurológico donde las convulsiones se originan en una zona específica del cerebro, que puede afectar un hemisferio o incluso una región más pequeña
Epilepsias generalizadas: Son crisis epilépticas que afectan simultáneamente ambos hemisferios del cerebro, provocando diversas manifestaciones como pérdida de conocimiento, rigidez muscular, movimientos involuntarios y afectando a todo el cerebro.
Epilepsia generalizadas y focales: Son crisis epilépticas de inicio generalizada o focales afectando diversos segmentos del cerebro.
Epilepsia de causa desconocida: Se cree que la causa es un daño estructural, pero aún no se ha identificado ni diagnosticado.
También hay un caso atípico: las convulsiones reactivas. Estas convulsiones son reacciones a otros eventos fuera del cerebro, como la ingestión de material tóxico o problemas metabólicos no diagnosticados. Si bien las convulsiones reactivas no son realmente epilepsia, pueden presentar similares signos.
Por lo tanto, la convulsión puede o no formar parte de un paciente diagnosticado con epilepsia. Una convulsión es causada por una actividad eléctrica excesiva en la corteza del cerebro el cual parecerá estructuralmente normal, pero tendrá impulsos eléctricos anormales.
En las mascotas pueden ocurrir diferentes tipos de convulsiones; lo más habitual es que se observen convulsiones «generalizadas». Estas provocan pérdida del conocimiento, movimientos repetitivos involuntarios, micción, salivación y defecación. Las convulsiones más pequeñas o “parciales” afectan áreas más focales del cerebro y pueden aparecer como espasmos/temblores musculares, sensaciones anormales o incluso alucinaciones. Su mascota puede presentar cualquier variación de los signos antes mencionados; sin embargo, tenga la seguridad de que durante una convulsión no se da cuenta de que está ocurriendo. Sin embargo, pueden sentirse desorientados y confundidos después durante un período de tiempo variable. Es importante brindarles tranquilidad y la oportunidad de adaptarse después de una convulsión. Por lo general, esto implica algo de cariño y descanso.
La decisión de iniciar un tratamiento con medicamentos anticonvulsivantes se basa en una serie de factores, incluida la causa de las convulsiones, el riesgo de recurrencia, el tipo de convulsión y los efectos secundarios del medicamento. La decisión de un médico de iniciar la terapia se basa en el riesgo versus el beneficio y en la evaluación individualizada del paciente, teniendo en cuenta los compromisos financieros y emocionales del tutor.
Cualquier duda recuerde solicitar información con su médico veterinario.