Envejecimiento Activo: un desafío interdisciplinario

El aumento de la población de personas mayores es una tendencia demográfica mundial. Datos muestran que la población adulta mayor se incrementará de 530 millones en el 2010 a 1.500 millones en el año 2050, en donde se espera que aproximadamente 1 de cada 6 personas tenga 65 años o más. En este contexto, los cambios provocados por el envejecimiento resultan de interés para los profesionales de la salud. El envejecimiento es un proceso biológico, universal, individual, asincrónico y natural que provoca cambios estructurales y funcionales en los sistemas corporales. Estos cambios varían de un individuo a otro, lenta y progresivamente afectando la adaptabilidad de la persona a su entorno físico, ambiental y social, lo que aumenta la fragilidad y deteriora la salud, calidad de vida y funcionalidad de las personas mayores.

El envejecimiento se asocia con disminución de los componentes funcionales de la persona mayor, como la fuerza muscular, flexibilidad, resistencia aeróbica y agilidad-equilibrio.  De estas cualidades, principalmente la resistencia aeróbica y fuerza muscular son las que más lento involucionan, mientras la flexibilidad y agilidad-equilibrio se deterioran con más rapidez, lo que podría ocasionar mayor dificultad para el correcto desarrollo de actividades de la vida diaria y, por lo tanto, influir directamente sobre el estado funcional y autovalencia de las personas. Todos estos cambios provocados por el envejecimiento también pueden repercutir en la salud mental y bienestar del adulto mayor.

Al considerar los cambios naturales provocados por el envejecimiento en los adultos mayores, el término “envejecimiento activo” cobra especial importancia, el cual se define como el proceso de optimización de las oportunidades de salud, participación y seguridad, con el fin de mejorar la calidad de vida a medida que las personas envejecen. El envejecimiento activo es, por tanto, un fenómeno que tiene su origen en un conjunto de efectos multifactoriales, que desde el punto de vista psicosocial, no sólo contempla el envejecimiento desde la atención médica, sino que incorpora factores de las áreas económicas, conductual y del entorno sociocultural que benefician al envejecimiento de las personas.

Es una estrategia de promoción básica de la salud, que se guía por los principios de la ONU para las personas mayores, según los cuales la salud con independencia, la participación, la asistencia y la seguridad son la base de las intervenciones sociales, dirigidas a disminuir los factores de riesgo (personales, conductuales y ambientales), donde se fortalecen los factores protectores para que las personas disfruten de más años y con mayor calidad.

La importancia de mantener las actividades sociales a lo largo de la vida, radica en el favorecimiento de la salud integral del individuo, donde ejerce una función protectora ante muchas enfermedades físicas y mentales, lo que contribuye a mejorar la salud y alargan el período de vida. Entonces los estados han de favorecer las oportunidades de participación de los mayores en la vida política, cultural e incluso laboral, de acuerdo con sus capacidades, necesidades, preferencias y derechos humanos fundamentales.

Sin dudas, la interdisciplinaridad deberá estar en el centro de este esfuerzo, inspirando a los profesionales de salud de todas las áreas a considerar soluciones integradoras que involucren a la sociedad como un todo. No se trata sólo de buscar y encontrar soluciones para los problemas que enfrenta el grupo de los adultos mayores sino para la sociedad como un todo que envejece. Por lo tanto, es necesario seguir discutiendo sobre este tema con el fin de fortalecer el desarrollo de estrategias de salud eficaces y eficientes que permitan mejorar la calidad y expectativas de vida de esta población.

Una instancia adecuada para poder conocer el desarrollo en investigación e innovación relacionado con el envejecimiento activo y saludable en personas mayores es la 3° Jornada de Investigación e Innovación en Salud (JIIS 2019) denominada “Desafíos Interdisciplinarios para un Envejecimiento Activo”, organizada por la Facultad de Salud de la Universidad Santo Tomás sede Talca, donde se desarrollarán este y otros temas de interés para los profesionales de la salud.