El régimen de provisión mixta en el sistema universitario chileno
La ultimas semanas hemos sido testigos del debate que se está dando en torno a la educación superior por el trato prioritario que se quiere dar a las instituciones estatales por sobre las privadas entre otros muchos temas relacionados. La trayectoria de provisión mixta en el sistema universitario de nuestro país tiene su historia.
Son casi cuatro siglos de antigüedad para la educación superior en Chile; hasta la década de los años 80 el sistema de educación superior estuvo compuesto por dos universidades estatales, la Universidad de Chile y la Universidad Técnica del Estado (UTE) más seis universidades privadas con aporte estatal en el financiamiento; en este contexto de universidades estatales, privadas confesionales y privadas regionales, comenzó a consolidarse un sistema de provisión mixta de la educación superior en Chile.
Hoy el subsistema universitario se compone de 58 universidades, 46 están acreditadas y el 96,5% de la matrícula total estudia en una institución acreditada. Del total de las universidades, 18 son estatales (CRUCH), 12 privadas del CRUCH y 28 privadas. La matrícula total del pregrado en el 2021 para universidades se distribuyó según SIES en 44% universidades privadas, 28% privadas del CRUCH y 28% estatales. Los números muestran que el sistema de provisión mixta es una realidad y que además se ha fortalecido. La Ley 21.091 de 2018 sobre educación superior, en el artículo 2, letra “d” establece la diversidad de proyectos educativos institucionales; este mismo principio está presente en los nuevos criterios y estándares de acreditación cuando se releva como valor la diversidad institucional y dispone el respeto a la autonomía.
En el escenario de discusión y debate actual, cabe preguntarse, ¿está en peligro la diversidad de proyectos educativos en el sistema universitario chileno?, ¿Cuál sería el riesgo social si se resta valor a los proyectos de instituciones privadas, especialmente con presencia regional?