El compromiso de la Educación Superior para el desarrollo efectivo de la Región
Este 26 de agosto de 2022 celebramos 80 años de la Educación Técnico Profesional en Chile. El corazón de la educación superior en la Región de O´Higgins lo constituyen carreras técnicas y profesionales, representando una participación altísima en la matrícula de primer año: 80% del total de estudiantes pertenecen a este segmento.
Al observar la matrícula total en la Región se alcanza la cifra de casi 25 mil estudiantes y de ellos casi el 40% proviene de la Educación Técnico Profesional (TP) de nivel medio, siendo la tercera región a nivel nacional con mayor participación de estudiantes procedentes de este sector. Este indicador señala que la opción de los estudiantes provenientes de liceos técnicos no sólo es el mundo laboral; desde hace años, muchos y muchas estudiantes optan por estudiar en Educación Superior, ya sea realizando una continuidad de estudios en la misma carrera o línea iniciada en enseñanza media u optando por otra área.
Este cambio que se ha producido en los últimos años genera exigencias a las Instituciones de Educación Superior y desafíos en poder reconocer la gran labor desarrollada por los Liceos Técnico Profesional en la formación, generando estudios y análisis de las distintas carreras para proceder a los procesos de articulación y reconocimiento de los estudios de los estudiantes que provienen de la educación TP. Así, se generan las rutas formativas desde un nivel técnico de nivel medio, pasando a un técnico de nivel superior continuando con el nivel profesional y optando a licenciaturas y grados académicos. Estas rutas formativas unen a colegios, Centros de Formación Técnica, Institutos Profesionales y Universidades, generando espacios de análisis y reflexión en torno a la construcción de las rutas.
El sentido de esta dinámica lo otorga la vinculación con el entorno relevante, que nos lleva a levantar necesidades co-construidas entre la academia y las comunidades, con el objetivo de proponer carreras pertinentes al desarrollo de la región en las problemáticas actuales y las necesidades y desafíos futuros, ante un entorno que cambia todos los días y cada vez más rápido.
En este aspecto, ¿Cuánto conversamos entre los distintos niveles educacionales el concepto y racionalidad de las rutas formativas?, ¿Cómo evaluamos la pertinencia de nuestros programas de estudio? y ¿Cómo nos preparamos para los desafíos del futuro?
El enfrentar estos desafíos en forma adecuada traerá como consecuencia tener carreras pertinentes, en concreto con alta empleabilidad en el área en que cada uno se ha formado, porque esta empleabilidad se generará en los sectores que buscan una oportunidad y que en muchos casos son primeras generaciones en sus familias en acceder a Educación Superior. Este esfuerzo es una obligación moral y ética para la Educación.